Huamantla se resume en magia y encanto, elementos que envuelven a los visitantes que pisan el suelo tlaxcalteca y los involucra en sus tradiciones, actividades recreativas, historia, pobladores y puntos turísticos; además, se trata de un Pueblo Mágico que dejan ganas por regresar y disfrutar de su gastronomía y cultura.
En un recorrido de MILENIO Puebla, se realizó una lista de los mejores lugares para vivir al máximo esta experiencia de sabores, colores y tradición. Los habitantes de esta región son los mejores anfitriones y guías para adentrarse a un mundo lleno de magia.
Parque Juárez, el corazón de Huamantla
La primera parada es el Parque Benito Juárez, corazón de este municipio, el cual alberga muchos puntos interesantes y donde el visitante podrá tomarse la tradicional fotografía con las letras gigantes de “Huamantla” para guardar ese recuerdo. Este espacio tiene un quiosco, banderines de colores y un corredor turístico.
La historia del kiosco emblemático fue inaugurado en 1905 con una corrida de toros, sin embargo, desde 1903 comenzó la planeación para que fuera edificado. La sociedad civil cooperó para esta obra que fue inaugurada por las autoridades el 2 de abril del año mencionado.
Este lugar es perfecto para sentarse a tomar una nieve, paleta de hielo o algún postre, y apreciar la fuente, los portales y la arquitectura tan peculiar.
Pasión por la tauromaquia
El segundo punto es para los amantes de la tauromaquía, ya que el Museo Taurino guarda la historia de las principales plazas de toro en el país, carteles del siglo pasado, trajes de luces, muletas, capotes, banderillas y documentos de toreros tlaxcaltecas.
Además, un mural colorido que destaca las mejores corridas, cabezas de toro disecados y piezas antiguas que transportan a otras épocas.
Museo Nacional del Títere, una tradición viva
En Huamantla se encuentra uno de los museos más importantes respecto a las artes escénicas. Se trata del Museo Nacional del Títere, el cual consta de ocho salas donde se pueden apreciar títeres de India, Indonesia y del Sureste de Asia. Una de las salas exhibe piezas de origen prehispánico como Cacaxtla y Xochitécatl.
Además, el sitio cuenta con la valiosa colección de títeres de la primera época de la compañía “Rosete Aranda”, de 1835. Asimismo, en la sala del teatro guiñol mexicano de 1932 destacan “titiriteros”.
Afuera de este recinto, los artesanos buscan que prevalezca esta tradición por lo que venden sus creaciones hechas con manta, tela y madera, a las que le dan vida con las manos.
“Nos dedicamos a la fabricación de títeres didácticos que van dirigidos para los niños, títeres de manta, títeres de fieltro, madera, ese es nuestro giro específico, una actividad muy familiar, inclusiva y para todas las edades”, dijo Pascual López en entrevista.
Museo de la Ciudad guarda la historia
Este inmueble histórico fue fundado en 2001 como museo y exhibe el patrimonio cultural de Huamantla, los períodos prehispánicos, colonial, el siglo XIX y la época contemporánea en obras de arte, telescopios, objetos religiosos, medallas, trofeos, fotografías y biografías.
“Los museos de Huamantla son los más representativos; el Museo del Títere, el Museo Taurino, el Museo de la Ciudad, el Museo de Cultura, que es la parte central de Huamantla, lo que los turistas llegan y ven, estos lugares guardan mucha historia y es lo más bonito y representativo”, dijo un originario.
Templo de la Virgen de la Caridad, el sello de la fe
La religiosidad popular es un símbolo de Huamantla, ya que las 39 comunidades que integran el municipio se unen por la fe, en especial, cada 15 de agosto cuando se celebra a la Virgen de La Caridad y de la Asunción. Esta tradición data del siglo XVII y cada año se realiza La Noche que Nadie Duerme, por lo que se elaboran tapetes de aserrín coloridos para la procesión de la imagen católica.
Este antiguo santuario colonial estilo barroco fue construido en ese mismo siglo, pero tiempo después fue demolido para construir un templo más garante, el cual ahora aloja a la venerada imagen.
Muéganos tienen más de 120 años de historia
Los muéganos se han convertido en un postre típico de esta región, pues tienen más de 120 años de historia. Su elaboración y receta se ha transmitido de generación en generación entre diversas familias que tienen sus hornos y distribuyen esta creación en los negocios, restaurantes y corredores turísticos. El visitante está obligado a probar este manjar elaborado con masa, oblea, miel y algunos llevan canela.
CHM