La participación de mujeres y niños en el carnaval del municipio de Huejotzingo alcanza 40 por ciento, ya que en los últimos años se han sumado a esta tradición y celebración que persiste por generaciones, debido a la fusión de colores, hechos históricos, música y costumbres.
En entrevista para MILENIO Puebla, la familia Texcucano Mendoza relató que, actualmente, las mujeres de este municipio se han integrado al carnaval y portan los trajes de zacapoaxtla, turcos, zapadores, indio serrano, zuavo, de Los Negritos o conmemorativos al Casamiento Huejotzinca, con la finalidad de transmitir las costumbres a sus hijos.
“En los últimos años la participación en mujeres aumentó hasta 25 por ciento. Se incluyen a este festejo por el que se distingue Huejotzingo, algunas por casarse con familias que acostumbran a vestirse en esta tradición, o simplemente por tradición y querer inculcar esto a sus hijos para que no se extinga y sigamos recordando a todos los que lucharon en Puebla de esta manera”, dijo don Orlando Linares, danzante del carnaval.
De esta forma, relató, los menores comienzan a familiarizarse con esta tradición desde que están en brazos, ya que es común que los padres los carguen durante el recorrido; sin embargo, hasta los cinco años se les inculca que portar un traje es un orgullo y una responsabilidad.
“La participación en niños es aproximadamente de 15 por ciento. A todos mis hijos les digo que participar es continuar con lo que nuestros antepasados se sentían felices, es algo con lo que uno se olvida de todo, el escuchar la música y sentir realmente lo que estas representando, también es de esa forma conmemorar nuestras raíces”, aseguró Isidro Texcucano.
Don Isidro Texcucano relató que en su familia busca mantener esta tradición por lo que sus hijos, esposa y hasta su suegro forman parte de los danzantes que le dan vida a este carnaval.
“Todos aquí en la casa salimos. A mí esposa no le gustaba pero cuando nos casamos la empecé a jalar a estar bonita tradición y ahora hasta su familia sale a bailar y nos vamos juntos todos; este año vamos a ir en familia”, comentó.
Añadió que la última generación se ha integrado poco a poco, mientras que el interés más grande de los adolescentes está en el diseño de los trajes, desde su bordado, figuras y colores en las capas, gazné, talines, chaquetín, penacho, careta, macana y mosquetones.
“Mi hijo de 11 años es el más entusiasmado, busca crear sus piezas y plasmar sus diseños en su traje, las figuras más comunes es el indio, el dragón, la pirámides y la sirena en los trajes”, aseguró. Los precios de un traje van de los cinco mil pesos hasta los 50 mil, según el material, tipo de bordado, adornos, diseños, colores y modificaciones.
Cabe señalar que los hechos históricos que se representan en el carnaval son la Batalla del 5 de Mayo, el primer casamiento católico entre originarios y el Rapto de la Hija del Corregidor por el Bandolero Agustín Lorenzo.
El próximo 26 de febrero se llevará a cabo el carnaval en el municipio de Huejotzingo, mismo que sólo durará un fin de semana ante las restricciones por la pandemia del covid-19, por lo que los asistentes tendrán que estar vacunados y no podrán retirarse la careta.
Tres generaciones de crear mosquetones
Crescenciano Justo San Martín elabora mosquetones en el municipio de Huejotzingo, sin embargo, este oficio se ha realizado por tres generaciones, el cual consiste en tallar las cajas para la construcción de rifles que ocupan los danzantes en los carnavales.
Un mosquetón es el arma con la que detonan hacia el cielo los carnavaleros y consta de una caja de madera de cedro, chapa, cañón y guardamonte, estos tienen diferentes diseños en el tallado pero las figuras más pedidas son el indio y el dragón.
La elaboración de un mosquetón toma una semana según el tipo de tallado que el cliente solicite. Los precios van desde los seis mil y hasta los 13 mil pesos. Justo San Martín aseguró que con la suspensión del carnaval por la contingencia sanitaria sus ventas disminuyeron hasta 80 por ciento, por lo que tuvo que realizar otro tipo de actividades para sobrevivir a la crisis económica.
Añadió que este año retomó los pedidos de los danzantes de las cuatro regiones de Huejotzingo que se preparan para pintar las calles de colores con la música y danzas.
AFM