En playa Caleta, huracán 'Otis' volcó 60 lanchas de fondo de cristal

"Nos duele porque perdimos nuestro patrimonio, todo se fue, no queda ninguna lancha fondo de cristal", relataron afectados.

Cada embarcación cuesta 80 mil pesos.| Araceli López
Acapulco, Guerrero /

Las populares playas Caleta y Caletilla del Acapulco tradicional lucen desoladas; sobre la arena revuelta, yacen algunos botes azotados por el violento huracán Otis de categoría 5, mientras que 60 lanchas de fondo de cristal desaparecieron del horizonte.

"Caleta y Caletilla está devastado. Nos duele porque perdimos nuestro patrimonio, todo se fue, no queda ninguna lancha fondo de cristal. A cómo estuvo el huracán, cuenta la gente que las lanchas las levantaba con todo y base de cemento y se las llevaba", dijo Eustorgio Carbajal, socio de la Federación de lanchas de fondo de cristal de Caleta.

Uno de los principales atractivos de esta playa son los paseos en esas peculiares lanchas, para ir hacia la isla Roqueta y admirar una figura que representa a la virgen María, asentada en el fondo marino.

Los prestadores de servicios turísticos han realizado recorridos con apoyo de buzos para tratar de encontrar algunas de esas embarcaciones turísticas que hayan quedado hundidas, a fin de rescatarlas y restaurarlas, ya que en promedio cada embarcación con motor cuesta 80 mil pesos.

"Son lanchas de un solo piso, de dos niveles, pero todo quedó limpio, Caleta y Caletilla. Esperemos encontrar alguna otra, pero de todas son como dos las que quedaron, aquí las tienen", añadió Eustorgio Carbajal.

Debido a la magnitud de las pérdidas, estiman que en Caleta la actividad turística no podrá reactivarse para diciembre próximo. Por ahora, no hay más paseos en la clásica banana, ni otro deporte acuático.

Después del impacto que vivió por el huracán, el artesano de la tercera edad, José Luis Ramírez, volvió a la playa para intentar vender alguno de sus collares, pero no hubo turistas.

"Ahorita ¿a quién le vendo? No hay nada, está todo bien amolado", dijo resignado.

Los únicos bañistas son los hijos de una mesera damnificada que labora en la zona, cuya fuente de empleo también resultó afectada.

"Hace mucha calor, donde estoy está encerrado y hace mucho calor, ya nos llenamos de salpullido, ya ve que no hay luz", contó.

El acceso público a la playa sigue bloqueado por un árbol centenario que se cayó, en la zona todavía no se restablece el servicio de energía eléctrica, la señal telefónica, ni el servicio de recolección de basura.

Don Joel es cantinero en el restaurante La Cabaña de Caleta, junto con sus compañeros lograron limpiar el local, pero acumularon la basura en la calle, donde kilos y kilos se elevan, generando un foco de infección, debido a que los residuos orgánicos han entrado en proceso de descomposición.

Esperan que los camiones entren lo más pronto posible para levantar todo e intentar volver a la normalidad.

"Es mi fuente de trabajo, yo tengo 33 años trabajando aquí y no puedo dejar mi trabajo. Estamos esperando el apoyo para que nos levanten la basura, porque ya se está pudriendo, ya huele muy feo", dijo Joel Aguirre.

Entre la basura que desechó el restaurante, están los polines que sostenían el techo de palma de la cabaña, que, doña Lola pidió, le regalarán para tratar de reconstruir su hogar.

"Nos quedamos sin casa, se llevó toda mi casa. Vine a pedir esta maderita y gracias a Dios me la regalaron, estamos empezando a acarrear para reparar algo para poder dormir, porque estamos al aire", lamentó.

SCZ

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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