Los pacientes diagnosticados con cáncer e incluso que ya pasaron todo el procedimiento de cirugías, quimio y radioterapia, enfrentan diversas restricciones alimenticias debido a que pueden desarrollar daños gastrointestinales y cuadros de anemia; síntomas como náuseas, vómitos, diarreas o estreñimientos, y descontrol del azúcar y presión arterial.
Por ello, Miriam Susana Sánchez, nutrióloga oncológica, explicó que solo por tener cáncer y luego someterse a los diversos tratamientos, los pacientes enfrentan “restricciones alimentarias de ciertos grupos de alimentos, sobre todo, cuando son altos en fibra, en azúcar, en grasa que, definitivamente, no pueden digerir y, en caso de hacerlo, pueden ocasionar daños severos a nivel gastro intestinal, una reducción en la absorción de nutrientes, causar una baja en las defensas, anemias que dificultan la adherencia terapéutica”.
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Incan imparte talleres nutricionales para Navidad
En el Instituto Nacional de Cancerología (InCan) se imparten talleres nutricionales y, en esta época decembrina, procuran otorgar a los pacientes todas las alternativas de preparación para disfrutar con sus familiares deliciosas cenas de Navidad y de Año Nuevo.
“Estamos en una época muy importante en la que siempre la pregunta es “¿puedo comer ponche?, ¿puedo comer ensalada y pavo?
"Lo que pretendemos es enseñarles preparaciones más saludables sin propiciar un descontrol del azúcar y no les provoquen irritación, menos aún que terminen en una sala de urgencias o se desencadene otro tipo de patologías, como daño renal, diabetes”, explicó Sánchez.
En esta ocasión invitó a la chef especializada en cocina saludable, Valeria Bonilla, quien enseñó a un grupo de pacientes que ya cursaron con tratamiento para combatir cáncer de endometrio, de ovario, de mama, entre otros, y aun se encuentran bajo vigilancia médica por presentar sintomatología y otras afecciones.
Se usó como base frutas y verduras para preparar cup cakes y ponche tradicional. Bonilla se encargó de demostrar que tanto en el horno, como en el microondas, es posible “preparar y degustar comida rica, con ingredientes que están a nuestro alcance”.
Para elaborar de 10 a 12 porciones de cup cakes, que llevan una hora aproximada de preparación, las participantes en el taller doraron sobre un sartén dos tazas de avena, misma que después de alcanzar un aroma a galleta, se molió hasta convertirla en harina.
Luego a esa harina pasada por licuadora se le incorporó una cucharada de polvo para hornear Pronto, para alcanzar volumen.
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Esa preparación se incorporó a una licuadora, donde previamente se batieron cuatro huevos, con yema y clara, cinco sobres de edulcorante, una barra de mantequilla, yogurt natural, un poco de jengibre, canela y nueces trocedas. Se mezcló todo hasta conseguir una masa oscura.
En tanto, una colaboradora coció por tres minutos dos chayotes completos en el horno de microondas para ablandarlos y luego los cortó en trocitos. Estos se incorporaron en la masa oscura. Otras más rebanaron manzanas, guayabas, peras. Frutas para decorar cada cup cake.
Luego de hornear a 200 grados centígrados y por un lapso de 15 minutos, aproximadamente, los cups cakes adornados por las mismas pacientes ya estaban listos.
Celina García, de 64 años, sufrió de cáncer de endometrio. “Me quitaron los dos ovarios, la matriz y ganglios, porque ya estaba muy avanzado el cáncer. Las quimios y radioterapias, braquiterapias me causaron efectos adversos, vómito y diarrea, incluso, ahorita estoy bajo control nutricional porque se me lastimaron mis intestinos y si no se me regeneran con probióticos se van a volver a operar, quitarme un pedazo de intestino”.
"La alimentación no solo se trata de restar azúcar y calorías": chef
Existen verduras como la coliflor que están fuera de su dieta como también el brócoli por causar inflamación. “El 29 de noviembre cumplo un año de operación y de haber pasado por una trombosis, de hecho, debo apoyarme con bastón. Y estoy aquí, aprendiendo a comer y estos cups cakes nos quedaron bien ricos, deliciosos”.
Y lo mismo opinó María Josefina Pérez, que a sus 42 años ya cursó con una operación por tener cáncer de ovario en fase tres. “Me dieron nueve quimios y no ha aparecido el cáncer desde hace más de un año.
Yo también cuido mi alimentación porque me dio anemia. Me hicieron trasfusiones de sangre por tener la hemoglobina muy baja y acá con estos talleres de nutrición he logrado mantenerme lo más saludable posible”.
Una de las lecciones que les dejó la chef Valeria Bonilla es que “la alimentación no solo se trata de restar azúcar y calorías, sino de procurar tener una alimentación deliciosa y que aporte algo bueno al cuerpo. Se vale terminar una comida con un postre delicioso, pero que éste no te deje sensación de que no te puedes levantar de la mesa ni esa sensación de pesadez”.
Las participantes también hicieron ponche. Se hirvió un un litro y medio de agua por 10 minutos con canela, clavos y anís estrella. Luego se agregó un cuarto de flores de Jamaica, tres manzanas y seis guayabas cortadas; dos tazas de tejocotes completos, y tres sobres de edulcorante. Todas celebraron la mezcla de aromas y sabores.
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HCM