Las comunidades indígenas del municipio de Ajalpan cuentan con un espacio en el mercado municipal de ese lugar para la realización del trueque, una práctica comercial de más de un siglo que se sigue llevando a cabo, informó la regidora de Industria y Comercio, Liliana Sánchez Altamirano.
Explicó que cada semana reservan una área específica para que la gente de ese municipio lleve a cabo esta actividad que a muchas personas les ayuda a cubrir varias de sus necesidades, principalmente de alimentación.
En comunidades de este municipio asentadas en la Sierra Negra, donde el idioma que hablan es el náhuatl, se dedican al cultivo de plantas como epazote, manzanilla, árnica, té cedrón, de estos hacen rollos pequeños que intercambian.
También cultivan el chile manzano o de cera, ejotes de frijol, haba, chícharo frescos; en temporada de fruta cosechan manzana, durazno, membrillo, tejocote, ciruela, nuez y aguacate; además de recolectar leña.
Con estos productos llegan al mercado de Ajalpan desde temprana hora y se instalan en una área específica para iniciar el intercambio por jitomate, tomate verde, chiles y frutas que no hay en su lugar de origen.
Algunos de los comerciantes realizan sus ventas en el mismo lugar donde se instalan porque sus clientes ya saben dónde localizarlos para hacer el intercambio, otros más salen a recorrer el mercado ofreciendo sus productos.
Esta práctica comercial es importante en el municipio porque es una ayuda para varias decenas de familias, es por eso que el área de Industria y Comercio respeta el sitio que tradicionalmente han ocupado, porque hasta ellos llegan no solamente gente de esta cabecera municipal, sino también de poblaciones vecinas.
El cambio de las frutas no es por kilo, sino por medida, tienen algunos trastos de plástico de por lo menos tres tamaños diferentes, con los cuales miden la cantidad que van a intercambiar.
Antonia Ramos, originaria de Boca del Monte, dice que para ella el trueque es importante, es un dinero que no lo ven pero que si cubren sus necesidades de alimento, porque lo que cambian se complementa con lo que ellos producen y no tienen escasez de comida en la semana.
Muchos de los que se dedican a esta actividad, llegan al mercado llevando consigo apenas lo necesario para el pasaje, porque con el trueque tienen garantizada su comida mientras trabajan.
Además, hay quienes traen a vender aves de corral y con esto tienen un ingreso más con el que compran otros suministros.
El trueque no solo lo llevan a cabo personas adultas, sino también adolescentes que se integran a esta actividad que los grupos étnicos realizan como un medio para subsistir, pero sobre todo para convivir, porque mediante acuerdos ajustan sus medidas para que el canje que hacen sea justo y de beneficio para ambos.
CHM