Tras alertar que el acoso escolar es uno de los factores que precipitan las tentativas de suicidio en niñas, niños y adolescentes, la diputada local Rocío Sosa Jiménez, presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Educación para que las autoridades educativas atiendan el acoso y la violencia escolar a través de la prevención, vigilancia y sanción.
Indicó que el acoso escolar es un tema muy serio con consecuencias graves para las víctimas y su entorno por lo que enfatizó que merece la atención del Congreso del estado.
La reforma a la Ley de Educación plantea que la educación que se imparta por las autoridades educativas del estado de Hidalgo además de obligatoria será inclusiva, eliminando toda forma de discriminación y exclusión, así como las demás condiciones estructurales que se convierten en barreras al aprendizaje y la participación, por lo que se prevendrá, vigilará y sancionará toda forma de acoso y violencia escolar.
“La violencia escolar se entiende como toda agresión realizada dentro del ambiente de las instituciones educativas, la cual puede expresarse de distintas formas por los actores que conforman la comunidad escolar, es decir, que también involucra otros actores como padres de familia, maestros, directivos y personal administrativo”, explicó la diputada.
Comentó que un acosador tiene la intención de causar dolor, ya sea a través del daño físico, de palabras o comportamientos hirientes y lo hace de manera repetida, “más que un incidente aislado, el acoso es un patrón de comportamiento”.
Mencionó que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de acoso escolar en educación básica y apuntó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que siete de cada 10 niños han sido víctimas de este problema.
“En muchos casos la violencia en el ambiente escolar deriva de un entorno que acepta y legitima las conductas violentas debido a la cultura arraigada de agresiones que se tiene en la sociedad, la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes”, dijo.
Subrayó que es importante que los docentes o cualquier profesional dedicado al ámbito educativo esté bien capacitado para poder afrontar estas situaciones de la manera más eficaz posible, mitigando los efectos negativos y ofreciendo lo más pronto posible una solución al problema de la violencia en las aulas.
Sosa Jiménez añadió que las estrategias y procesos para la implementación de protocolos adecuados en la identificación y resolución de este tipo de situaciones negativas representan un punto fundamental para que una persona que sufre de acoso pueda solicitar apoyo institucional con la confianza de que se realizará un seguimiento profesional, serio y objetivo al problema.