En dos meses dará inicio la tercera etapa del proyecto de investigación de las momias de Guanajuato, esto para ver los daños que presentan, así como el devolver la identidad en la medida de lo posible a cada uno de los cuerpos momificados, así lo informó Olga Adriana Hernández Flores, directora del Centro INAH Guanajuato.
”Con respecto a eso, estamos viendo la manera de que muy brevemente, en uno o dos meses, ya se empiece la tercera etapa de investigación, y ya tercera y cuarta y con eso ya terminemos todo ese análisis, investigación y estudio de las momias, que va a ser financiado por el INAH”, dijo.
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Resaltó, que es apremiante dignificarlos para su mejor valoración como bienes patrimoniales de Guanajuato. Lo anterior permitirá asegurar su preservación e incrementar su apreciación y disfrute por parte no solo del pueblo guanajuatense, sino de todo México y el mundo.
Comentó, que lo más seguro, es que las 117 momias presenten algún deterioro, esto debido a la falta de mantenimiento, por lo que a través de esta investigación, se tendrá más con más acierto la afectación.
”Bueno, lo más seguro es que todas tengan algún deterioro, que no estén en perfectas condiciones, porque no se les ha dado un mantenimiento y tocando el tema de las momias, para el 23 de este mes, vamos a tener la próxima conferencia, va a ser en la Alhóndiga”, compartió.
Cabe señalar, que en este último Tianguis Turístico, celebrado del 26 al 29 de marzo en la Ciudad de México el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) identificó a través de fotografías, posibles daños derivados de su poco cuidadoso traslado.
Reiteró la directora del Centro INAH Guanajuato, que este tipo de restos requieren de un manejo cuidadoso, especializado y responsable, por lo que era fundamental darles el mantenimiento adecuado, y en cuanto a estos estudios que aún faltan por hacerse, señaló que estos comprenden análisis forenses directos que, una vez concluidos, permitirán tomar medidas particulares de conservación y cruzar los datos necesarios para que, en la medida de lo posible, se devuelva la identidad a cada cuerpo, lejos de apodos peyorativos o ficticios.