En el contexto del Día Internacional de la Partería, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 5 de mayo, especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), llamaron a valorar el trabajo que realizan las parteras a favor de la salud de las mujeres y sus recién nacidos, así como a reconocer la lucha de ese sector a lo largo de los años para que se reconozca y trascienda su trabajo en las comunidades.
El INSP, de la Secretaría de Salud, destacó que la partería es un modelo para brindar atención con calidad y calidez durante el embarazo, parto y puerperio, ya que la futura madre cursa una experiencia satisfactoria y no violenta, con beneficios en su salud física y mental.
Los especialistas resaltaron que otro beneficio de la partería, es la rápida recuperación física de la mujer después del parto, debido a que no se utilizan procedimientos invasivos que pueden alterar su salud física y mental.
"Las parteras o matronas, como son conocidas popularmente, cuentan con conocimientos, técnicas y aptitudes ancestrales, basados en principios y valores que dignifican los derechos humanos, reproductivos de salud y la no discriminación hacia las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio".
Además, la partería se considera un espacio íntimo de integración de la familia, porque involucra a los padres en el proceso del nacimiento, en un marco de respeto a la cultura y las tradiciones de las comunidades.
En México, se reconocen tres tipos de parterías: La profesional, que ejercen las personas egresadas de un centro educativo; la certificada, en la que el conocimiento se obtiene a través de cursos o diplomados impartidos por una institución de salud; y la tradicional, reconocida por las comunidades, y cuyos saberes son transmitidos de generación en generación o por herencia y en lenguas originarias.
Para la incorporación de prácticas, de partería profesional en los servicios de salud a nivel nacional, es necesario crear entornos habilitantes para la atención del parto, espacios en los que se brinde atención integral a las mujeres y sus recién nacidos; sin duda las salas LPR (Labor, Parto y Recuperación) en las unidades de salud, contribuyen a reducir la mortalidad materna y neonatal.