La aprobación de la reforma de Ley General de Salud que establecerá el etiquetado frontal de advertencia de alimentos y bebidas industrializados que rebasen los valores establecidos por la Secretaría de Salud, en grasas saturadas, azúcares, sal, sodio y calorías, no será la solución para bajar los índices de obesidad y diabetes, por los cuales México vive en estado de emergencia desde 2016.
Así lo señaló el doctor Marcos Galván García, líder del Cuerpo Académico de Epidemiología Nutricional de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien asegura, es una estrategia que servirá sólo para informar a los consumidores, pero no para darle solución a este problema de salud que afecta a uno de cada tres niños, niñas y adolescentes en México, tal como indicaron el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS).
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“El etiquetado que se ha aprobado no va a resolver el tema de peso y obesidad y enfermedades crónicas porque esto es una propuesta que sólo servirá para que los consumidores tomen una decisión de compra, pero no se han realizado políticas públicas necesarias para personas que viven en la urbanización, en zonas rurales, mujeres embarazadas, gente adulta, enfermos que puedan tener una alimentación más saludable”.
“Si tuviéramos una política así de integral tendríamos que decir que vamos en buen camino, pero ponerle advertencia a alimentos o bebidas sobre lo que representa a la salud, tienen efecto, pero no son la solución al problema de sobrepeso, obesidad y diabetes, cuando no hay una alternativa saludable que la gente pueda elegir. Estos productos, en general el 30 por ciento de lo consume la población, proviene de ellos, es decir tenemos un 70 por ciento en alimentos preparados que no van a tener etiqueta, como todo lo que se oferta en las calles, desde la torta, los tamales, los tacos y demás alimentos que afectan a la salud de la sociedad, por lo que el resultado no será de la magnitud que esperan”, indicó.
En este contexto, aseguró que el tema del sobrepeso y la obesidad con la que vive el 70 por ciento de los mexicanos, es un tema complejo, debido a que se toma de base el etiquetado, pero no las problemáticas sustanciales que están dañando la salud de los mexicanos en general.
“No tenemos una campaña educativa que genere el consumo de leguminosas, que es la que nos aporta proteína de origen vegetal y que eso nos lleve, aparte de tener un etiquetado, una orientación mejor hacia consumir preparaciones caseras que tradicionalmente son más saludables; no tenemos un sistema que vigile el peso al nacer de los chicos que nacen de mujeres adolescentes, que es otro problema, asimismo no hay campaña suficientemente fuerte por ejemplo, en el caso de Hidalgo, aprovechar los recursos naturales que son locales y cómo recuperar la sabiduría ancestral en la preparación de alimentos”, indicó el especialista.
En esta línea, dijo que esta problemática debe de descentralizarse, debido a que los resultados se toman a nivel nacional, cuando cada región del país es diferente, como en el caso de las comunidades más vulnerables, en donde se consume refresco a falta del acceso a agua potable, o también, la falta de consultas a investigadores que han detectado las problemáticas de alimentación por regiones, en sus estados, “porque no es un tema que se hable general, es un tema de regiones, en cada una habrá necesidades y problemáticas diferentes”, dijo.