Antes de militarización, falta formación humanista de fuerzas castrenses y policíacas: investigador

David Sánchez explicó que el reto principal en el país se encuentra en la formación en bien común y humanidades de los cuerpos castrenses y policíacos.

David Sánchez, investigador | Jaime Zambrano
Jaime Zambrano
Puebla /

Antes de la discusión en torno al paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el reto principal en el país se encuentra en la formación en bien común y humanidades de los cuerpos castrenses y policíacos.

David Sánchez Sánchez, director de la Maestría en Estudios Históricos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que, actualmente, los militares y los policías son percibidos como elementos que pueden generar o responder a la violencia, cuando su función es de servidores públicos para apoyar a la población.

“¿Dónde está la clave? En la formación de esos cuerpos de seguridad en un bien común con humanidades. A nivel mundial es que hemos visto a la gente uniformada como un agente agresor. Una buena formación de un agente de seguridad debe ser como servidor público”, apuntó el investigador.

Al ser cuestionado sobre la iniciativa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que la Guardia Nacional pertenezca a las fuerzas castrenses, a diferencia de las policías que forma parte de las administraciones gubernamentales, el investigador destacó que los elementos de seguridad son necesarios; sin embargo, el reto es que todas apoyen a la sociedad.

“Es importante que los países tengan sus fuerzas, tanto militar como policial, para apoyar a la ciudadanía, no para generar violencia, sino para todo lo contrario, para minimizar todos los frentes activos de violencia que puedan afectar a un ciudadano”, destacó.

Resaltó que las fuerzas militares no deben ser utilizadas para impulsar guerras contra nadie y deben enfocarse en tareas relacionadas con la preservación de la paz y con acciones de apoyo a la sociedad ante desastres generados por agentes perturbadores naturales o sociales.

“Tener fuerzas de seguridad en un país es necesario. No es un concepto de defender la violencia. Las fuerzas de seguridad de los estados no son conceptos de invadir territorios e iniciar guerras, si no de que la tarea es para preservar la paz y, por lo tanto, intervenir en momentos de catástrofes o ante desastres por el cambio climático”, destacó.

El investigador de la universidad poblana de carácter privado resaltó la necesidad de defender y potenciar las humanidades como un elemento transformador y generador de la cohesión social y promotoras de la cultura de la paz.

“Las humanidades juegan un papel importante en la formación personal y profesional de las personas. Las humanidades son la base de la Universitas y son la base del tejido social. El cultivo de las Humanidades es la mejor forma de conocernos a nosotros mismos y consolidar dicho tejido social en sociedades plenamente democráticas”, explicó.

CHM

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