En el estado de Puebla, la riqueza se concentra en la capital y zona metropolitana, ante lo cual, se requiere de una redistribución para que comunidades del interior resulten beneficiadas y, al mismo tiempo, son urgentes acciones para apoyar el campo y mejorar la producción agrícola en tiempos económicos complicados.
Juan Pablo Aranda Vargas, director del departamento de Formación Humanista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), resaltó que, ante las condiciones actuales, es fundamental que se apoye a los productores del campo, pero no con un sistema clientelar o de subsidios, sino de capacitación y con inversiones que detonen proyectos productivos.
“El principal reto es eso, es recocer que Puebla no es la ciudad de Puebla, que no solo es dejarla bonita como desafortunadamente muchos en el poder, antes y hoy en día lo siguen haciendo. No es eso, tratar de incluir, no traerlos a la capital, eso es importante, no es el centralismo, es, desde la lógica de un gobierno impulsar todas las áreas del campo, la maquila, la manufactura”, destacó.
Ante problemas de encarecimientos de productos de la canasta básica, en Puebla se requiere brindar apoyo al campo e impulsar las cadenas productivas locales en beneficio de las propias comunidades.
“Hay que capacitar a los campesinos para que sus campos sean productivos, hay que pugnar por ciertas protecciones al campo y eso es algo que no sucede. El campo no se puede mantener si no es con ayuda”, resaltó.
En su análisis “Importancia de las Humanidades para enfrentar la crisis de convivencia que se vive en la sociedad”, el investigador destacó que en la capital del estado se está concentrando la riqueza y se están presentando diferentes clústeres; sin embargo, el interior está abandonado y con un aumento de la pobreza.
“Uno de Puebla y no solo de Puebla, de muchos lugares, es que la concentración de capital está en la capital y no en la periferia. Puebla sufre este tema de la segregación. Tenemos una capital pujante, con mucho dinero, con mucho crecimiento. Cada vez tenemos más plazas, más avenidas y, desafortunadamente, hacia afuera, cuando uno empieza a salir se da cuenta de que, del indígena abandonado, la pobreza absoluta, la violencia contra las mujeres a todo lo que da”, apuntó.
Actualmente, en el estado de Puebla como en todo el país, se sigue el modelo del antiguo Distrito Federal (DF), hoy Ciudad de México, en donde las autoridades se preocupaban por lo que pasaba en la capital.
“Desafortunadamente, si seguimos el modelo del Distrito Federal de aquel entonces, el DF era todo, era México. No había nada más que el Distrito Federal y la provincia era la que más o menos nos importaba. Desafortunadamente, el modelo es muy similar al que se está dando en Puebla, todo al centro. Tenemos que salir y ver cómo apoyamos a esas comunidades para que ellas mismas, eso es importante, no en un sistema clientelar o de subsidios donde yo te doy comida, hay que enseñarles oficios y hay que abrir espacios laborales bien pagados”, expresó.
CHM