Con el uso de las redes sociales y el trabajo a distancia, el derecho a la desconexión es el más vulnerado en tiempos de pandemia en los puestos de trabajo que ofrecen las empresas privadas y los tres niveles de gobierno.
De acuerdo con los primeros resultados del análisis “El derecho a la desconexión laboral” que es desarrollado por Claudia Guadalupe de la Fuente Morales, investigadora de la Escuela de Relaciones Internacionales en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), en la actualidad, los trabajadores están trabajando más allá de las ocho horas de la jornada laboral y siguen recibiendo instrucciones, órdenes y requerimientos por parte de sus líderes a través de sus dispositivos móviles.
La falta de desconexión laboral se traduce en una alta positividad de que se eleven los niveles de estrés en los trabajadores de todas las edades, con lo que, se ve mermada la salud de los mismos, advirtió la investigadora.
La determinación directa de estar atentos a los dispositivos móviles las 24 horas al día bajo amenazadas veladas por parte de los líderes o jefes de que, si no contestan, podría ser una razón para despedir o sancionar a los colaboradores, se está traduciendo en la nueva normalidad y, al mismo tiempo, en la violación a los derechos de los trabajadores.
En entrevista para MILENIO Puebla, la investigadora de la universidad poblana de carácter privado destacó que el derecho a la desconexión laboral digital es una necesidad que se hace cada vez más notoria a raíz de la pandemia ocasionada por covid-19.
“El derecho a la desconexión es el más vulnerado en tiempos de la pandemia. Ante lo que está sucediendo y la obligación velada a estar atentos todo el tiempo al dispositivo móvil, a los mensajes por WhatsApp u otras redes, es urgente atender el respeto al horario personal del trabajador”, destacó.
El teletrabajo como un modo de laborar de la élite, hasta el 2021 logró una determinada regulación, a través de una reforma a la Ley Federal del Trabajo; sin embargo, puede calificarse de parcial o débil y falta mucho para lograr.
En medio de la pandemia de la covid-19, se remarcaron las brechas de desigualdad existentes en la sociedad y el teletrabajo se colocó como un privilegio de clase, ya que solo unos cuantos trabajadores pudieron seguir laborando a distancia.
Ante la falta del respeto al derecho a la desconexión laboral, la investigadora de la Upaep resaltó la necesidad de que se calculen y planeen medidas para evitar abusos ya que no existe regulación al respecto.
CHM