El talento de los migrantes que cuentan con estudios de nivel superior y que regresaron a estados de México como Puebla y Oaxaca, es desaprovechado y, actualmente, se les brindan espacios como docentes de un segundo idioma en diferentes planteles educativos.
Tatyana Kleyn, directora del Programa Bilingüe de Educación en The City College of New York, explicó los migrantes llevan en la mochila un sinfín de adversidades, desde los problemas en sus lugares de origen hasta la estigmatización de la identidad fluida.
Durante la jornada intercultural con temática migratoria, organizada por el Área Intercultural de Lenguas (AIDEL) de la Universidad Iberoamericana Puebla, Kleyn, quien es descendiente de judíos soviéticos, la cineasta y catedrática, reconoció que su familia recibió un trato privilegiado al tratarse de personas europeas arribando a Estados Unidos; sin embargo, en el caso de quienes nacen en México o Centroamérica, no sucede lo mismo.
Como parte de sus investigaciones en México, detectó que parte de los migrantes de retorno volvieron a ciudades de sus estados natales por una falta de cohesión en la sociedad estadounidense.
“Las familias volvieron porque los migrantes querían ver a sus padres. Volvieron por situaciones crónicas de salud, por esta rueda de hámster en la que sentían que trabajaban y no lograban nada”, comentó.
Para la investigadora, las personas que se dedican a la educación deben conocer el contexto del que provienen estudiantes, profesores y colaboradores porque detrás de cada persona existen diferentes historias, entre ellas, un pasado migratorio.
“Solo ver el nombre de una persona no te explica su historia. Esto permitirá crear un ambiente en donde muchas personas puedan identificarse con diferentes historias de vida”, destacó.
La mayoría de los estudiantes universitarios que regresan a México encuentran trabajo para ser profesores de inglés y las limitaciones lingüísticas los restringen de prepararse en otras disciplinas y áreas laborales.
“Una persona siente que no es suficiente ser de aquí o de allá. ¿Cómo podemos expresar que somos de aquí y de allá? Las clases a nivel secundaria y bachillerato se vuelven complicadas para los adolescentes migrantes, mientras que a nivel primaria los niños utilizan el español y el inglés de manera equitativa”, apuntó.
Destacó que, en estados como Oaxaca, los jóvenes que regresaron a México recibieron mayor educación en español, pero también buscaron aprender zapoteco para comunicarse con sus abuelos y familiares mayores.
La directora del Programa Bilingüe de Educación en The City College of New York exhortó a las universidades a mantenerse a la vanguardia para atender las necesidades de sus estudiantes más allá del aspecto académico.
De acuerdo con datos del último Informe sobre las Migraciones en el Mundo (2020), existen 272 millones de personas migrantes internacionales, 51 millones más que en 2010. El fenómeno impacta a México por distintos frentes: porque no solo es un país emisor, sino vía de tránsito y lugar de estancia.
Por su parte, director general del Medio Universitario de la Ibero Puebla, Alfredo Castillo Romero, resaltó la importancia de analizar desde el ámbito académico la situación migratoria para incidir en las políticas públicas que garanticen la movilidad digna para todas las personas.
CHM