Tras rescatar a recién nacida en Iztacalco, paramédico la amamanta

Eloísa Quijano, con 19 de experiencia, contó que durante el trayecto al hospital no dudó en alimentar a la menor: “aceptó la leche perfectamente bien, fueron unos sies mililitros y empezó a agarrar color en su carita".

La menor fue rescatada y trasladada al Hospital Pediátrico Iztacalco.
Ciudad de México /

Luego de que servicios de emergencia rescataron a una recién nacida en la colonia Reforma Iztacihuatl Norte, en Iztacalco, una paramédico bombera alimentó a la menor para salvarle la vida. 

Eloísa Quijano, con 19 años de experiencia como paramédico, explicó que su instinto fue la que la orilló a amamantar a la menor durante el trayecto al hospital pediátrico de la alcaldía, donde sería atendida la bebé, que de acuerdo con primeros reportes, tenía 24 horas de nacida. 

Durante el trayecto hacia el Hospital Pediátrico Iztacalco fue aspirada, se le colocó oxígeno, se le pinzó el cordón umbilical y se le hizo control térmico porque se encontraba hipotérmica.

El personal de la ambulancia notó que la frecuencia cardiaca de la bebé era muy baja y Eloísa sospechó que no había ingerido alimento desde que nació, por lo que comenzó a amamantarla.

“La bebé aceptó la leche perfectamente bien, fueron unos seis mililitros y empezó a agarrar color en su carita. Nunca me había pasado, pero no lo pensé, fue mi instinto maternal porque el ayuno también es una causa de muerte de los bebés”, declaró la mujer. 

La paramédico, madre de cuatro hijos, quedó quedó tranquila cuando la menor fue entregada en el área de neonatología del hospital y tenía el nivel de glucosa nivelada, por lo que al regresar con la unidad médica de rescate que atendió la emergencia pensó en lo que han sido sus tres años en el cuerpo de bomberos.

"La actividad del bombero es mucho más humana, es muy noble, más entregada y además es una gran familia”.

Esta mañana se reportó a servicios de emergencia que una menor estaba entre dos muros de la avenida Plutarco Elías Calles 28, bomberos procedieron a perforar las paredes para rescatar a la menor.  

Desde la azotea, paramédicos y bomberos notaron que la bebé estaba a una profundidad aproximada de tres metros y había manchas de sangre en los ladrillos, por lo que decidieron romper la pared de uno de los domicilios para tener acceso, sacarlo y ponerlo en un lugar seguro.

El personal de rescate arropó con material térmico a la menor y la trasladó al a bordo de la ambulancia 1004 del cuerpo de bomberos.

EB

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