En la alcaldía de Iztapalapa se decidió "rehidratar" el subsuelo para evitar el crecimiento de la mayor grieta que tiene la demarcación con 70 metros de largo y 14 metros de ancho, sobre la vialidad Enrique Contel, con una profundidad de hasta 3.70 metros.
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Localizada en la colonia Guelatao de Juárez, es la grieta más importante que dejó como saldo el pasado sismo del 19 de septiembre de 2017.
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Aunque ya existía la fractura, el terremoto la agudizó y provocó en la calle un hundimiento con un escalonamiento de un metro de diferencia, lo que la hizo intransitable, se explicó.
Tras un análisis del caso, lo primero que se hizo fue destapar los viejos colectores de agua y de drenaje, de 76 centímetros de diámetro , para conocer su estado y se determinó que deberían ser sustituidas por tubería de polietileno corrugado, resistente a los movimientos de la tierra y sus deformaciones, se detalló en un comunicado.
Durante las obras se confirmó también que, a la profundidad de 3.70 metros, la grieta había alcanzado ya el manto freático, el subsuelo con agua y que en esta capa la grieta se detenía. Por lo que se tomó la decisión de rellenar la falla con material granular, en este caso grava.
La grava, de acuerdo con expertos, a diferencia de otros materiales permite la filtración de agua. También se colocaron coladeras de banqueta, conectadas a un colector central, diferente al del drenaje y del agua potable, que tiene varios orificios, lo cual permitirá captar agua de lluvia en la calle y enviarla al subsuelo para rehidratar la grieta.
“No nos vamos a detener en el tema de mitigar las grietas. Vamos a ir recorriendo todas las calles de Iztapalapa que resultaron afectadas por este problema", afirmó este jueves la alcaldesa, Clara Brigada, durante un recorrido en la zona.
Durante la supervisión de las obras, la morenista adelantó que en breve se presentará el programa de trabajo para atender los más de 2 mil 400 puntos de afectación que se tienen detectados en calles de la demarcación, derivados de las cuarteaduras que se agravaron con el terremoto.
La alcaldesa sostuvo que la obra para mitigar la mayor grieta de la demarcación, nos sólo es prioridad por su magnitud, sino también por su ubicación específica, pues la calle Enrique Contel es paso de múltiples ramales de transporte público, miles de vehículos particulares y de peatones procedentes de las unidades habitacionales aledañas.
La dependencia subrayó que con la colecta de agua de lluvia se “rehidratará” el subsuelo y esto evitará que la grieta se profundice.
Una vez que se concluya el relleno, se procederá a cubrir la calle con pavimento. Está proyectado que la mitigación mantenga la vialidad en buenas condiciones para la circulación vehicular y peatonal segura durante varios años, en los cuales tendrá que haber un monitoreo permanente.
EB