Ahora que está por concluir el periodo vacacional de verano, los padres de familia con niños en educación básica están a tiempo de irlos preparando en el ciclo del dormir idóneo, ya que necesitan cuando menos 10 horas, de lo contrario les costará levantarlos, los niños estarán cansados y por ende no rendirán en sus actividades escolares, informó José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, especialista en el tema, coordinador general del Centro de Servicios Psicológicos para la comunidad (Cesepco).
Apuntó que es común que en vacaciones los menores se duerman y se levanten más tarde porque pasan más tiempo en los videojuegos o aparatos tecnológicos.
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“Habría que hacer el cálculo de más o menos cuánto tiempo ocupan desde que se despertó el niño a que llegue a la escuela para que llegue bien no?, Si el tiempo entre que se levanta, se asea, se viste, desayuna y se va a escuela es hora y media y el niño entra a las ocho quiere decir que el niño se tiene que levantar a las 6:30 y si debe dormir 10 horas, debe estar dormido a las nueve más o menos”, dijo José de Jesús Gutiérrez Rodríguez.
Falta cultura, pues el tiempo de dormir depende de las edades
Precisó que existe una falta de cultura, puesto que la mayoría de las personas consideran que son 8 horas; pero esto no puede generalizarse, ya que depende de la edad.
Horas de dormir según la edad
- Bebés: 17 horas
- Niños: 10-12 horas
- Adolescencia temprana a tardía: 8-10 horas
- Jóvenes y Adultos: 8 horas
Para rendir lo suficiente las personas necesitan dormir con calidad respetando sus horas y despertarse lo menos posible en la noche para no interferir en este ciclo, ya que explicó que este es igual o más importante que el comer.
“De hecho una persona primero se muere por no dormir que por no comer, así tan importante es y si a eso le agregamos los tiempos que las personas que están dedicando a consultar la redes, a los videojuegos, entonces se acumulan la pérdida de horas del dormir y entonces eso va a impactar por supuesto en la calidad de vida, en la salud del sujeto, pero también en su efectividad de trabajo”, comentó.
Agregó que la siesta no es una pérdida de tiempo y sería una excelente opción, siempre y cuando sea reparadora; es decir que dure entre 10 a 20 minutos y realizarla a los 10 o 15 minutos después de comer; ya que esta es un descanso que toman las personas en algún momento de las primeras horas de la tarde y que tienen como objetivo principal reponer energías luego de haber dedicado la mañana a actividades, laborales, académicas o domésticas para luego reanudarlas.
JMH