Josué Isaías Sánchez Limón es trabajador del hogar desde hace casi tres años. A los 31, se encarga de la limpieza de varias casas y departamentos, un trabajo que disfruta, aunque reconoce que no en todos lados se trata con respeto a quienes tienen este empleo, además de no poder tener acceso a IMSS, pues no cumple con los requisitos.
“He tratado de hablar con varios jefes, pero me comentan que no me pueden dar estas prestaciones justamente porque solamente voy una vez a la semana con cada uno de ellos”, explica el joven de 31 años, pues trabaja en dos casas al día de distintas familias a lo largo de la semana. Ante la imposibilidad de que sus empleadores le brinden el beneficio del IMSS, ha pensado en pagárselo él mismo, “porque es algo indispensable”, considera Josué Isaías.
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El instituto establece que quien realice trabajo del hogar de manera ocasional, o preste servicios de aseo, asistencia, atención a clientes y semejantes en hoteles, casas de asistencia, restaurantes, fondas, bares, hospitales, sanatorios, colegios, internados y otros establecimientos análogos, no son consideradas personas trabajadoras del hogar.
El trabajo del hogar es una de las ocupaciones más desprotegidas y mal remuneradas. Según datos del IIEG, en Jalisco, hay 173 mil 711 trabajadores, de las cuales, 143 mil 913 (82.8 por ciento) son mujeres.
Del total, más del 90 por ciento no cuenta con seguridad social. La reforma histórica que obliga a empleadores a inscribirlos al IMSS no ha sido suficiente para que se cumpla. Hasta febrero pasado, solamente 4 mil 636 trabajadores del hogar están afiliadas en Jalisco, con un sueldo promedio de 325 pesos, de acuerdo con información del instituto.
“México avanza de una manera muy lenta en el reconocimiento de los derechos de las personas trabajadoras del hogar, porque apenas hace tres años y medio inicia un programa de incorporación al Seguro Social, que las cifras varían de 55 mil a 59 mil personas (a nivel nacional) que ya están afiliadas; esto tiene que ver también con la sensibilización que tenemos las personas, es decir, no solo ciudadanizar la ley, que eso mucho nos hace falta, pero particularmente en este sector, y la otra es que tengamos la voluntad de la sensibilidad de hacerles efectivos sus derechos”, explicó la académica en Derecho de la UdeG, Lucía Almaraz.
Aunque el país cuenta con una norma internacional en favor de las condiciones laborales de trabajadores del hogar, hasta 2019 empezó la incorporación al IMSS. Además, ha sido difícil que se efectúen políticas públicas y acciones efectivas de las autoridades para el cumplimiento: “apenas en el 2019 empezamos a ver situaciones en la ley, pero que todavía faltan hacerlas efectivas a través de políticas públicas, a través de programas, a través de acciones muy específicas para que estas personas puedan gozar de las mismas condiciones y prestaciones del resto de las personas que tenemos un empleo fuera del hogar”.
Información del INEGI revela que 37.9 por ciento tienen una jornada laboral de entre 15 y 34 horas a la semana; mientras que 32.6 por ciento, de 35 a 48 horas. En cuanto a los ingresos, 67.8 por ciento percibe un salario mínimo; 24.2 por ciento, más de un salario mínimo, y 2.2 por ciento hasta dos salarios mínimos.
Josué Isaías sabe que hay empleadores que no tienen empatía ni garantizan condiciones de trabajo dignas en los hogares, “me ha tocado que la mayoría de la gente está acostumbrada a tener las personas todo el día y que les hagan todos los servicios, pero les pagan bien poquito, y es que los empleadores están acostumbrados a tener prácticamente un esclavo o una esclava”.
La académica señala que es necesario regular las jornadas laborales y garantizar que quienes están de manera permanente en un hogar puedan tener nueve horas de descanso nocturno continuo, es decir, “que no se les moleste para nada, incluso un descanso de tres horas entre el horario matutino y vespertino, y que tampoco se les moleste en ese horario, así como un descanso semanal”.
Sin embargo, Almaraz reconoce el avance que se ha tenido en la materia gracias a la lucha de activistas y personas interesadas en mejorar sus condiciones laborales, luego de que se consiguió la legislación para que trabajadores del hogar accedan al derecho a la vivienda, y coticen en el Infonavit con su inscripción al IMSS. Aunque todavía falta mucho por hacer por este sector que ha sido invisibilizado y con condiciones inequitativas en relación a otros puestos laborales.
El IMSS exhorta a realizar el registro
El IMSS exhorta a patrones y a las mismas personas trabajadoras del hogar a incorporarse. Los requisitos son: proporcionar CURP, Número de Seguridad Social (NSS), domicilio, salario base de cotización y días laborados de la persona trabajadora del hogar, así como CURP, correo electrónico, teléfono y domicilio del patrón. En caso de no contar con NSS, es posible solicitarlo en línea, en www.imss.gob.mx/imssdigital y en la app para teléfonos inteligentes IMSS Digital.
Este registro puede llevarse a cabo desde casa o desde un teléfono inteligente, en el sitio http://www.imss.gob. mx/personas-trabajadorashogar, donde se realiza un proceso muy sencillo, debidamente detallado, que pueden llevar a cabo tanto personas trabajadoras del hogar como patrones.
Las personas trabajadoras del hogar que cuentan con los servicios del IMSS Jalisco, tienen derecho, al igual que sus familias, a recibir los cinco seguros que da la dependencia: Enfermedades y Maternidad; Riesgos de Trabajo; Invalidez y Vida; Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez; y Guarderías y Prestaciones Sociales.
MC