En la última década, la jefatura femenina aumentó en los hogares poblanos: en 2010, uno de cada cuatro estaba encabezado por una mujer; mientras que, en la actualidad, 32 por ciento presenta dicha característica.
Conforme a datos del Censo de Población y Vivienda 2020, Puebla se ubica como el quinto estado con el número más alto de hogares que tienen como sostén económico a una madre de familia.
Los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), permiten observar que la mayor parte de los hogares poblanos se componen de la pareja conyugal con hijos, y que tienen como jefe al varón.
De un millón 713 mil 381 hogares censados en la entidad poblana, 68 de cada cien son dirigidos por hombres, lo que significa, un millón 169 mil 700.
Mientras que 32 de cada cien tienen jefatura femenina, que equivale a 543 mil 681 hogares.
Un análisis elaborado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), refiere que, en las familias mexicanas, es frecuente que los integrantes del hogar reconozcan como jefe a una persona mayor edad.
Sin embargo, en el caso de los hogares poblanos que son dirigidos por una mujer, se tienen contabilizados 2 mil 929 donde las jefas de familia tienen entre doce a 19 años.
A su vez, la estadística del Inegi precisa que 34.5 por ciento de las jefas de hogares familiares tiene entre 20 a 44 años de edad, mientras que un 33.3 por ciento oscila entre los 60 a 64 años.
La edad de las jefas de familia permite apreciar que, en general, son económicamente activas, es decir, con su ingreso cubren necesidades básicas, mientras que en el 40.4 por ciento de hogares están conformados por tres a cuatro integrantes.
Conforme a los datos de hogares económicamente activos, el 24.0 por ciento son dirigidos por una mujer, lo que significa que esta condición es prácticamente menor que la participación de los hombres, la cual representa 75.9 por ciento.
En ese tenor, Mariana Díaz Jiménez, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme) capítulo Cholula, explicó que, en el contexto de la pandemia, las mujeres como jefas de familia enfrentan un triple esfuerzo. “A un año de la pandemia, no ha sido fácil para las mujeres. No es solo llevar un hogar, sino el trabajo, la familia. Hay mujeres que han tenido que cerrar sus negocios, que incluso, han renunciado a sus trabajos, es un triple esfuerzo”, comentó.
El contexto para las jefas de familia no es sencillo, pues enfrentan diferentes retos. Del total de hogares dirigidos por una mujer, 27.1 por ciento son viudas, 17.0 por ciento solteras, 13.87 por ciento se encuentran en unión libre; 20.9 por ciento separadas, 15.4 por ciento casadas y 5.2 por ciento divorciadas.
En el año 2000, en promedio, las mujeres tenían 2.8 hijos; mientras que, en 2010, se redujo a 2.5; y en 2020, el promedio fue de 2.2.
Según datos del Inegi, en Puebla, siete de cada 10 mujeres mayores de 12 años son madres. De las más de 2.2 millones de mujeres que tienen al menos un hijo de un millón 200 mil estuvieron unidas o casadas.
Las mujeres solteras ocupadas de 15 años y más con al menos un hijo, una quinta parte de ellas, gana un salario mínimo o menos por el trabajo que desempeñan, 30 por ciento hasta dos salarios mínimos y tres de cada 10, dos o más salarios mínimos.
La alta participación de las madres en empleos informales y con bajos salarios se refleja en el nivel de acceso a prestaciones; la economía informal queda fuera de la aplicación de las leyes laborales, por lo tanto, las personas insertas en ella están expuestas a salarios bajos y sin prestaciones.
AFM