Con apenas 16 años cumplidos, Karla decidió cumplir un sueño que se le negó en su infancia: ir a la escuela como todos los niños de su edad. No se dará por vencida.
La joven originaria de León, recientemente se incorporó al Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA) porque quiere aprender a leer y a escribir, a pesar de que hoy por hoy atraviesa por un proceso de quimioterapia derivado de un embarazo molar, que entre sus complicaciones puede desarrollar una forma de cáncer.
Desde que se incorporó al INAEBA, Karla Quintero ha acudido todos los días al círculo de estudios de la Plaza de la Ciudadanía Efraín Huerta, ubicado en la colonia Soledad de Las Joyas, donde su asesora le entregó sus libros del módulo de La Palabra, que forman parte del programa educativo Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT).
Con este módulo, Karla aprenderá a leer, a escribir, a conocer los números y realizar operaciones matemáticas básicas. Orgullosa de sus primeros logros, esta joven presume las planas de sílabas que le encargó su asesora, además de otras planas su nombre completo, el cual, ya sabe escribir con facilidad.
“Casi no sé leer, muy poco pero no muy bien, hay letras que no sé cómo juntarlas y no sé qué dicen (…), (el primer día me sentí) pues bien, un poquito nerviosa pero bien, trato de echarle ganas”, afirmó la joven, quien el próximo 13 de septiembre, acudirá a su segunda sesión de quimioterapia en el Hospital General de León.
“Acabo de empezar la quimioterapia para que no me dé un cáncer muy agresivo (…), cuando llegué de la primera quimio en la tarde sentí mi cuerpo adolorido, muy cansada y me dijo la enfermera que no podía trabajar en fábricas y ya no pude trabajar y ahorita vendo diablitos para el mandado”, explicó Karla.
En el caso de Karla, la desintegración y vulnerabilidad económica de su familia, la llevaron a la exclusión social desde niña, que la orilló a vivir en situación de calle y a afrontar situaciones de riesgo en su adolescencia. Aunque una de las consecuencias más graves fue que ningún adulto de su familia se responsabilizó por enviarla a la escuela.
“Pues quisiera estudiar primero, ya después más adelante a ver qué se presenta, un buen trabajo o algo porque sí quiero trabajar para tener mis cosas”, afirmó Karla, quien tras vivir privada de afecto, atenciones y comprensión, mantiene la fortaleza para seguir estudiando, y es apoyada actualmente por personas buenas que le han ofrecido un techo.
“(Les diría a los niños que no quieren estudiar) que no sean tontos que le echen ganas, porque yo siempre quise la oportunidad y nunca la tuve, hasta ahorita de que tengo esta oportunidad de estudiar aquí y trato de aprovecharlo, les diría que lo aprovecharan porque ya sirve mucho la escuela en todo lo que hagan”, concluyó.
De acuerdo a la “Estimación 2018 con base a la Encuesta Intercensal 2015 INEGI”, a Proyecciones de Población CONAPO 2010-2030, a la Estadística del Sistema Educativo Nacional SEP y a los logros del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, en Guanajuato hay 12 mil 251 jóvenes de 15 a 29 años que no saben leer ni escribir.
El grupo de edad de 15 a 19 años de jóvenes que como Karla, se encuentran en una condición de analfabetismo, suma 2 mil 887 personas. Para todos ellos, el INAEBA ofrece una opción de estudios flexible, que se adapta a sus horarios, que les permite avanzar a su ritmo y que retomará sus experiencias de vida y de trabajo para convertirlas en conocimiento.