De acuerdo con Cuauhtémoc Rodríguez Rivera, presidente de la Alianza Nacional del Pequeño Comercio (ANPEC), tras la pandemia el segmento de los productos orgánicos y fitness han ido al alza derivado de la demanda de los sectores más jóvenes de la población, que han priorizado su salud y bienestar personal por encima del trabajo y las remuneraciones económicas.
Sin embargo, la población en general sigue dejando a un lado este tipo de productos derivado del alza inflacionaria y la necesidad de cubrir los gastos básicos de la familia.
“En su momento los productos orgánicos eran muy caras, pero poco a poco se ha vuelto más asequibles y eso hace que haya más gente en posibilidad de comprarlos. Antes el mercado era muy pequeño, pero ahora ha ido creciendo por el precio, por salud y porque hay un mercado más caprichoso y más complejo con sus hábitos de consumo”.
En entrevista con MILENIO Edomex refirió que los productos orgánicos que más se demandan y están al alcance son el aguacate, el mango y el café, aunque en este segmento también están los lácteos, los cereales y las verduras.
Hoy es más común encontrar en la opción de compra el aguacate has, pese a lo caro que a veces está, que una caja de cereal alternativo, “encontramos en los cereales un precio más caprichoso, ese es el caso de los lácteos que tienen bacilos y sean vistos como algo lejano”.
Solo el jitomate orgánico es más caro que el jitomate convencional y por ende el consumidor no tan fácil se decide, aunque los jóvenes no escatiman tanto en las comprarlo.
Si bien el precio de ciertos productos es estacional, la presentación clásica del jitomate bola o rojo es de seis piezas, tal como pasa con el huevo con cajas de ocho, doce o 18 piezas, mientras el tomate convencional se puede escoger de entre una caja y por un kilo llevarse hasta 16 piezas, según el tamaño.
“No te llevas un kilo de tomate orgánico que sin problema puede costar más de 50 pesos, por un kilo de regular que está entre 20 y 35 pesos. En algunos casos la compra es más un asunto cultural que económico, pero aquí se impone el dinero que traemos en el bolsillo y las sinergias culturales de compra”.
Jóvenes se cuidan más
Tras el covid -expresó- quedó muy claro que la gente, aunque no lo confiesa, se cuida más, especialmente, los jóvenes, quienes han tomado muy enserio el ejercicio, cuidan su alimentación y su peso para tener una mejor condición física, por lo que en algunos casos demandan productos “fitness” para ganar masa muscular o bajar de peso.
Hoy este tipo de productos con queratina, creatina, proteína, entre otros elementos -afirmó- se compran más en línea o en internet que en las tiendas especializadas, y han tenido un crecimiento anual de cuando menos 15 por ciento, por lo que es importante saber de dónde provienen y los efectos que pueden provocar.
“Hay suplementos de marca que cuestan 800 pesos mientras en el Facebook se vende en 300 pesos, lo más seguro es que no es un suplemento original o una mala copia y puede ser peligroso. Su precio podrá varia entre 20 o 30 pesos en una tienda y otra, pero no 500 pesos, cuando pasa así, no es un artículo genuino”.
Por último, Rodríguez Rivera enfatizó que ambos mercados, el de los orgánicos como el fitness se han ido consolidado y siguen creciendo para ciertos segmentos, pero no es para la mayoría de los mexicanos.
kr