Humberto Figueroa Chávez, fabricante y vendedor de juguetes artesanales en León por más de 30 años, compartió lo apasionante que era para él su oficio, asegurando que para mucha gente estos juguetes eran una novedad, ya que no los conocían, siendo más los niños los que se sorprenden con facilidad al jugarlos.
”Ahorita toda la situación está muy difícil, pero todavía buscan mucho el juguete muy tradicional todavía, gente de fueras lo siguen llevando, eso sí, nunca ha perdido su tradición, se sigue vendiendo (…) Es novedad todavía esto para mucha gente, que dicen que tenían tempo que no miraban un juguete”, dijo.
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Humberto, de 62 años de edad, es originario de Michoacán, en el que, desde muy pequeño ayudaba a su padre con la fabricación de estos juguetes, y que con el tiempo le agarró amor a cada proceso en la realización de cada juguete, por lo que decidió continuar con el legado de su padre, pero ahora en la ciudad de León, debido a que siempre le llamó la atención la ciudad.
Comentó, que padres o abuelos, son los que llegan al establecimiento para comprar uno que otro juguete para sus hijos o nietos, resaltando que lo hacen con el objetivo de que conozcan cómo era que jugaban de pequeños, o simplemente a algunos niños ven los productos y les da curiosidad.
”En el momento que ellos toman el juguete, a ellos les causa una novedad porque no los conocían y a veces yo les digo cómo lo manejen o a cómo bailar la marioneta y ya van bien encantados con su títere y le dicen ´papá no conocíamos estos juguetes’ y ya se van muy felices con sus juguetes”, indicó.
Señaló, que los niños se sorprenden más con la marioneta, ya que al momento de bailarla quedan sorprendidos, pensando que cobra vida, por lo que n el tiempo se vuelve un amigo más, así como él tuvo a su marioneta que le regaló su padre cuando era niño y se convirtió en su leal compañero de aventuras.
”Hay payasitos, Frida Khalo, está el pistolero, el valiente, Pinocho y hay varios modelos, varias figuras de marionetas y estas todavía pueden causar alegría en un niño, te digo que los niños encantados, una vez vinieron con sus papás e hicieron un teatrito aquí, los papás o yo les explicamos como es que se juega y ellos felices”, externó Humberto.
Los precios, van desde los 45 a los 95 pesos en las marionetas, dependiendo el diseño, tardando en armarlas y en pintarlas 20 minutos, ya que Humberto con días anticipados corta las partes de este juguete, para un día dedicarse solamente a armar y a pintar la marioneta.
”En hacer unas marionetas como las que tengo aquí, ya teniendo todo cortado y todo preparado, unos 20 minutos te tardas en hacer una marioneta, es muy bonito, disfruto mucho el proceso de armarla”, manifestó.
Exhortó Humberto a los padres de familia, a mostrarles a los niños estos juguetes y a que los conozcan, pues a pesar de ser de tiempo atrás, siguen provocando e incluso más, alegría en un niño, y ahora más que antes, ya que para ellos es una novedad.