Han pasado ocho años desde la desaparición y asesinato de estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, en 2014, en donde una de las víctimas fue Julio César Mondragón Fontes, quien en ese entonces era uno de los alumnos de nuevo ingreso y que aquella noche fue torturado y asesinado; sin embargo, en todo este tiempo las autoridades no han entregado avances concretos, no hay justicia y también han ignorado a la familia, sentenció Lenin Mondragón Fontes.
Originario de San Miguel Tecomatlán, en Tenancingo, Estado de México, Julio César Mondragón decidió en ese entonces partir de la entidad mexiquense y entrar a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y seguir los pasos de su familia; sin embargo, entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 fue una de las víctimas de la masacre ocurrida en tierras guerrerenses.
Julio César fue torturado y asesinado, incluso fue desollado, pero desde ese momento la atención fue prioritaria para los 43 jóvenes desaparecidos, mientras que la muerte del joven mexiquense quedó en segundo término, lo cual ha tenido que soportar todos estos años la familia.
“En el caso de los caídos parece que se están haciendo a un lado las investigaciones, desde un principio que sucede el tráfico acontecimiento se está asilando la muerte y ejecución de mi hermano”, lamentó Lenin Mondragón.
Agregó que desde un principio las autoridades quisieron pasar el asesinato de Julio como un caso aislado, cuando él era estudiante de Ayotzinapa y viajaba con sus compañeros. “Supuestamente era un caso aislado que por las características de que no se podía identificar a quien correspondía el cuerpo… pero mi hermano también fue estudiante y también exigimos los mismos derechos e investigaciones”.
A pesar de que ya se ha desechado la verdad histórica que entregó José Murillo Karam, quien se encuentra detenido por el mismo Caso Ayotzinapa, para la familia Mondragón Fontes no fue nada nuevo, siempre supieron que el gobierno estuvo involucrado. “Ya tenemos muy claro que con las autoridades de ese entonces de la administración del presidente Enrique Peña Nieto pues no hubo ni voluntad, porque hubo complicidad por acción u omisión”.
Sin embargo, esperaban que con la administración de Andrés Manuel López Obrador habría avances en el caso, acercamiento con la familia, pero las cosas continuaron igual, ya que ni para el último informe que entregó la Comisión para la Verdad en el Caso Ayotzinapa la familia Mondragón Fontes fue notificada. “Ahora que se presenta este informe igual nuevamente la familia Mondragón Fontes no fue invitada, no fue notificada para estar atentos para estar escuchando la información”.
Después de estos atropellos, la familia intentó tener una audiencia con al presidente de la República, petición que fue rechazada tajantemente y fueron canalizados con la Fiscalía Especializada en el caso, la cual sigue sin dar avances. “No hemos recibido la atención adecuada y no estamos pidiendo ningún favor, estamos exigiendo un derecho, saber la verdad, saber cómo van los avances del caso de mi hermano, pero se han hecho de la vista gorda”.
Lo único que les han dicho sobre la muerte de Julio fue que un sicario identificado como “El Chucky” fue quien actuó por cuenta propia en el asesinato; para la familia, con esta respuesta las autoridades todavía quieren deslindar la responsabilidad del gobierno.
“El tema de la tortura hacia mi hermano obedeció a un sicario que actuó por cuenta propia alias “El Chucky”, pero entonces estamos deslindando la responsabilidad al Estado Mexicano cuando sabemos que el gobierno mexicano estuvo involucrado, no solo crimen organizado”, finalizó.
KVS