La calidad y la equidad, es decir, la justicia educativa es la deuda que se tiene en las escuelas públicas de estados como Puebla porque solo 20 por ciento de las familias cuenta con una conectividad estable y un dispositivo desde su hogar.
En el punto anterior coincidieron los investigadores en termas educativos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Juan Martín López Calva, decano de Artes y Humanidades; y José Julio Allende Hernández, académico de la Maestría en Liderazgo y Gestión Educativa, para quienes la brecha educativa está creciendo en medio de la pandemia del covid-19.
Juan Martín López Calva, decano de Artes y Humanidades de la Upaep, destacó que una parte importante de los estudiantes está viendo mermado su aprendizaje durante la pandemia porque no ha tenido acceso a las herramientas educativas ni ha podido ingresar a espacios de aprendizaje.
“Alrededor de 20 por ciento de los estudiantes tienen acceso a una conectividad estable en internet, a un dispositivo, a un lugar en el que puedan trabajar en línea y la gran mayoría ha visto mermado su aprendizaje porque no ha tenido acceso a estas herramientas. Los temas que se agudizaron con la pandemia sanitaria fueron el de la calidad y la equidad o justicia educativa, porque por más esfuerzos que se hayan hecho se ha perdido el acceso de los docentes para con sus estudiantes, aun cuando hay instituciones que han hecho esfuerzos extraordinarios en tecnología con diferentes plataformas para llevar adelante el proceso educativo”, apuntó.
Por su parte, José Julio Allende Hernández, investigador de la Maestría en Liderazgo y Gestión Educativa de la Upaep, explicó que ante la conectividad a internet limitada por la geografía propia que tiene el país y, de manera particular, el estado de Puebla, se debe buscar otro tipo de recursos para llevar a cabo el proceso educativo de niños y jóvenes.
Para Allende Hernández, los materiales impresos seguirán siendo un baluarte importante en términos de apoyo a la tarea educativa y a la práctica de los docentes; y resaltó que, en el caso de los libros de texto, es importante darles la justa dimensión.
“En el caso de México, es uno de los pocos países que los otorga de manera gratuita, pese a todos los tropiezos en su redacción, en su tipografía y conformación, y que a veces es el único material didáctico al que se tiene acceso los alumnos, como es el caso de las comunidades en desventaja, en donde no hay incluso energía eléctrica”, resaltó.
mpl