Silencio, miradas al piso que denotan un lamento, desesperación e impaciencia; es un panorama similar al de un preso, están sentados cabizbajos porque la incertidumbre los ha hecho sus presas, bajo una carpa o una sombrilla que les brinda un poco de sombra se encuentran los agremiados del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca (SUTSMP), pues unas cuantas horas los separan de llegar a las tres semanas de que estalló la huelga que los mantiene lejos de sus actividades laborales.
El Centro Histórico de la Bella Airosa es la casa permanente de muchos de estos campamentos, las banderas rojinegras delatan a distancia quienes ocupan estos campamentos que parecen sacados de una postal de refugiados de un país en guerra, los rostros de los ocupantes no es diferente pues lejos de mostrar alegría o al menos algo de serenidad, refleja cansancio, posiblemente porque los ocupantes están a punto de finalizar su turno, o simplemente porque han alcanzado un nivel de hartazgo alto por permanecer sin actividad por muchas horas únicamente haciendo guardia fuera de un inmueble para impedir el acceso de otros trabajadores de la administración municipal.
Son un total de mil 400 agremiados a este sindicato, sin embargo no todos hacen guardia a la misma hora; aunque ninguno de ellos quiere compartir como es que se hacen las guardias y los horarios en los qué hay relevos en estos campamentos, mismos que se han asentado en un total de 58 inmuebles pertenecientes a la administración municipal de Pachuca.
A pesar de que en cada uno de estos espacios para mantener y vigilar la huelga se acompañan en grupos, los trabajadores cruzan palabras limitadas, no destacan discusiones extensas o con temas de familia, personales y mucho menos laborales; pues la mayor parte de su conversación versa del movimiento de huelga y de las palabras de su dirigente acerca del por qué permanecen desde hace casi 21 días en un paro laboral que los mantiene estacionados en estos campamentos.
El Reloj Monumental resguarda en sus faldas uno de estos campamentos, no es el único, pero es de los pocos que constantemente tiene movimiento externo, visitantes tanto del estado, entidades vecinas e incluso países vecinos, convergen en este espacio para conocer el monumento, pero también está en huelga por lo que no recibe visitas, al igual que los campamentos instalados durante esta huelga las visitas no son bien vistas, ya que al momento de acercarse los trabajadores sindicalizados dan una mirada de extrañamiento, pues no es común que se acerquen a verlos, sólo pasan como si fueran parte de los inmuebles o como una exhibición de un museo, refirió uno de ellos.
Sin embargo la indicación de su líder sindical impide que puedan charlar más a detalle de sus actividades diarias y de la operatividad de este paro laboral, por lo cual con una sonrisa cansada los agremiados del SUTSMP piden amablemente que no se hagan más preguntas.
El punto con más vida en este paro de labores es la sede de la presidencia municipal, no porque permanezca abierta y se tengan labores, sino porque es el campamento de huelguistas que más aglomera trabajadores en un mismo espacio, incluso hay pequeños que acompañan a sus padres en sus guardias, aquí existe una convivencia mayor, pero dista mucho de una celebración, las conversaciones son más extensas y variadas pero igualmente carecen de alegría, "una huelga no es alegría, no estamos de vacaciones", comenta una trabajadora que mantiene este paro de labores, sin embargo no pueden simplemente levantarse e irse; tampoco incorporarse a sus labores diarias, pues no ha llegado la indicación de su líder para cesar está huelga, no han alcanzado su objetivo y desconocen cuanto tiempo estarán en esta situación, "lo único que puedo decir es que esperamos que se solucione pronto, porque con la huelga nadie gana", concluyó un joven que lentamente regresó a la carpa que los resguarda del sol para mantener su guardia en las afueras de la Casa Rule.