La lucha por el control de líneas peatonales en Puebla

El origen de esta batalla por las “cebras” comenzó a finales de junio cuando el ayuntamiento de Puebla decidió pintar estas áreas con colores alusivos a la bandera gay.

No ocurre solo en Puebla sino también en ciudades europeas como París, donde refriegas ideológicas similares se registran. (Andrés Lobato)
Josué Mota
Puebla /

Las “cebras” se han convertido en el ring de lucha de grupos de ideologías opuestas en lo que se refiere a la homosexualidad o diversidad sexual y la madrugada de este domingo esa arena de batalla tuvo un nuevo episodio cuando un ciudadano le devolvió los colores del arcoíris (la bandera gay) a las áreas de cruce peatonal de la intersección del Boulevard 5 de Mayo con la 31 Oriente, lo que pone, hasta ahora, la batalla en un empate técnico 2-2 entre los que están en favor de la diversidad sexual y los que se oponen.

El origen de esta batalla por las “cebras” -así se les denomina en el argot de señalética de vía pública a estos espacios- comenzó a finales de junio cuando el ayuntamiento de Puebla decidió pintar estas áreas con los colores alusivos a la bandera en conmemoración por el día del orgullo gay o día contra la discriminación sexual. Un ciudadano promovió un juicio ante el Tribunal de Justicia Administrativa mediante al cual se exhorta al ayuntamiento de Puebla a utilizar el color blanco, únicamente, para pintar las cebras. El ayuntamiento se inconformó con la resolución pero las cebras seguían multicolores.

El pasado 17 de julio integrantes del autodenominado Frente Nacional por la Familia decidieron sacar ventaja en la batalla y por la mañana se presentaron en este cruce peatonal y volvieron a pintar las franjas de color blanco y aunque la ideología de este grupo ha sido pública en lo que se refiere a la homosexualidad, quienes comandaban a los pintores, dijeron que la razón para borrar colores de la bandera gay es que el cruce peatonal no era lo suficientemente visible y ello representa un riesgo para peatones y conductores, pasando por alto el hecho de que en la ciudad hay decenas de cruces peatonales sin cebras ni a blanco y negro ni multicolores.

Así los Provida pusieron el marcador en su favor 2-1 pero la madrugada del domingo el marcador se empató cuando un ciudadano decidió devolverles el favor y repintó las cebras con los colores de la bandera gay. Curiosamente, ese ciudadano madrugó a los integrantes de la llamada Asociación para la Protección y la Pluralidad Sexual y Derechos Humanos (APPS) que ya habían invitado a los medios de comunicación a presenciar la pinta que haría para devolver los colores del arcoíris a la cebra, y entonces se quedaron sin trabajo la mañana del domingo aunque decidieron regalar flores a los automovilistas, que la mayoría aceptó. Así hasta ahora hay un empate en esta batalla que sin embargo, no ocurre solo en Puebla sino también en ciudades europeas como París, donde refriegas ideológicas similares se registran.


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