La mujer, una parte medular de la familia: Leticia Morales

Morales aclara que su lucha constante no es contra ningún hombre ni contra una mujer, su lucha es en su trabajo.

“Absolutamente estoy en desacuerdo en la violencia, en el abuso, en la inseguridad en la que vivimos." (Andrés Lobato)
Rosario Portillo
Puebla /

En la actualidad es una artista plástica reconocida por su gran trabajo, pero en sus inicios tuvo un camino complejo en el arte, espacio dominado por hombres. “Fue difícil y lo sigue siendo, generalmente se hablaba de los artistas hombres y me preguntaba '¿cómo es posible que no se reconozca mi trabajo si me dedico al cien por ciento?' Recuerdo que dejé de trabajar en la fábrica de mi papá y cerré un negocio por dedicarme al arte, y cuando lo hice me dije 'tengo que subirme al tren', a ese tren de las oportunidades, abrirme camino así como lo hace cualquiera”, narra en entrevista para Milenio Puebla, Leticia Morales Bojalil.

Recuerda que deseaba que el mundo supiera que como mujer y artista tenía algo que decir. Cuando platica cómo se empoderó, aclara que no habla de confrontaciones, sino de dar lo mejor en cada obra, pues además de invertir tiempo, cuida detalles como los materiales y el concepto de las piezas; fue así como logró posicionarse.

Tono oscuro

A decir de la artista, México es un país donde hay un machismo brutal. “Que si he tenido acosos, sí claro, un hombre conquistador nunca pierde la oportunidad, y aunque tuve miedo, lo enfrenté por mí y otras mujeres” confiesa.

También, comenta que ha tenido alumnas a las que sujetos tratan de engañar al prometerles exponer en ciertos lugares a cambio de algo. “Yo les digo 'denuncia y no cedas', pero me dicen que no lo hacen por temor, entonces les respondo 'hazlo por ti y por todas las generaciones que vienen detrás', porque ese hombre va a seguir con otra, y esa otra no va a poder defenderse. Es nuestra responsabilidad denunciar y defendernos.”

Con esto, aclara que su lucha constante no es contra ningún hombre ni contra una mujer, su lucha es en su trabajo.

Inicio del lienzo

Leticia recuerda que desde bebé vivió en el contexto de la fábrica de textil, su mamá la ponía en una silla pequeña o en una caja de hilos. “Veía como las obreras trabajaban con los hilos, revisaban los calcetines y este movimiento de las manos me tenía entretenida, ni sonaja tenía. Yo jugaba con esos hilos, por eso mi obra está dedicada a los textiles.

Antes que escribir, Leticia aprendió a dibujar su nombre, amaba llenar sus libretas escolares con caricaturas y cuando no había más superficie tomaba los muros de su casa, allí fue cuando su mamá decidió inscribirla a clases de pintura.

Textura y color

Al paso del tiempo Leticia optó por estudiar Artes Gráficas, pero durante la carrera descubrió que no le enseñaban como equería, así que cambió a la carrera de Administración en la Universidad de las Américas Puebla. Se graduó y un día la pasión por el arte resurgió, comenzó por cursar un diplomado de fotografía, le siguieron otros y terminó haciendo la maestría en Artes Plásticas, elaborando su tesis sobre Marketing del Arte.

“La pintura es mi pasión, sobre todo la parte del figurativo, lo que es trabajar con lápiz y con graffiti, sin embargo cuando yo me redescubrí como artista fue en el grabado, esta técnica es como si cada pieza que estoy trabajando fuera un regalo, nunca deja de sorprenderme" comenta con un brillo en los ojos.

Equilibrio en el cuadro

Al preguntarle qué opina de los hechos violentos contra las mujeres, contestó: “los acontecimientos que han sucedido contra mujeres y niñas son desgarradores. Absolutamente estoy en desacuerdo en la violencia, en el abuso, en la inseguridad en la que vivimos. México es y será nuestro hogar, no podemos permitirnos una sociedad enferma, ¿Dónde están los valores? La lucha no debe ser hombres contra mujeres, la lucha es proteger las familias. Alguien me dijo que las cárceles están llenas de niños resentidos, obviamente si tu educas a un niño en la agresión y sin valores vas a tener un niño violador, asesino y lo mismo sucede si educas a una niña a que sea dócil, sin valores y accesible a las demandas de este mundo, en un futuro esa niña permitirá que un hombre abuse de ella.”

Con respecto a los problemas sociales actuales, opina que “hay que llamar las cosas y las acciones por su nombre: al que mata se le llama asesino, al que viola violador, al acosador un amedrentador, al que se aprovecha de un puesto abusador, pero puede ser un hombre o una mujer. Sin embargo, también hay hombres y mujeres extraordinarias”.

Para Leticia, el arte es transformador “estoy convencida que el arte sana, si tú tienes a una persona creativa o sensible la estás alentando a ser mejor persona, el arte te invita a la reflexión, a lo estético, a lo bello y al respeto por la vida de otros seres humanos” finalizó.


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