Daniela Muñoz, era maestra de la Universidad La Salle, unidad Condesa, en Ciudad de México, y tras su transición de hombre a mujer, los prejuicios y tratos desiguales hicieron que el rector de la institución, Enrique Alejandro González la destituyera de su cargo.
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Narra a MILENIO que esta es la segunda vez que su carrera laboral se ve truncada por la transfobia -el miedo, el odio, la falta de aceptación o la incomodidad frente a las personas transgénero- de parte de sus superiores y compañeros de trabajo.
Llevaba más de cuatro años trabajando en la universidad impartiendo la materia de “Taller del Valor de la Vida”, así como problemáticas sociales, políticos y económicos. Llegó a la escuela como Daniel, y argumenta que cuando se identificaba como hombre el trato laboral era bueno, que incluso tenía muchos grupos a su cargo, y de dos años a la fecha -momento de su transición- la situación fue distinta.
“Creí que al principio mi universidad me iba apoyar, porque mis conocimientos podían atender las necesidades de mis alumnos, pero eso no fue así. Los directivos de la universidad me hicieron pensar que no era así, que mi identidad de género era un problema para dar clases”, detalla.
Fue el 30 de junio que denunció a través de sus redes sociales que había sido despedida por segunda ocasión de la universidad que la vio crecer profesionalmente, la causa: discriminación.
“A nosotros se nos había notificado que no se iban a correr a personal por la situación de la pandemia, que lo que menos querían eran que nos quedáramos sin trabajo. Un día me marcan por videollamada de Whatsapp y era mi coordinadora anunciándome que ya no pertenecía a la planta docente, que por que se tenían que hacer unos ajustes, cuestioné el porqué de mi despido, solamente me respondió, son órdenes del rector”, puntualizó.
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Daniela alzó su voz a través de sus redes sociales acusando que su despido fue “injustificado”. Recuerda que un altercado con el rector de la escuela, por defender en una ocasión a un profesor que habían despedido durante la emergencia sanitaria del covid-19, lo cual, dijo, se puede “tomar como represalias en su contra".
Pero para Majail Eulani, Coordinador de Relaciones Públicas de La Salle, el caso de Daniela es solo “un problema de percepción”.
“Consideramos que fue un problema de percepción, lo que comenta Daniela que cuando le fue notificada por la coordinadora del departamento en el que trabajaba, se le notificó que su terminación laboral va en función que no estaba ya proyectado que se abriera otro grupo en el siguiente semestre, y por lo tanto no habría un grupo que poderle asignar a ella”, explica a MILENIO.
Asimismo Eluani, detalla que durante su estancia laboral, Muñoz fue apoyada por la comunidad Lallerista en cuanto a talleres, cursos y proyectos que enaltecen a la diversidad sexual.
Pero Muñoz revira y afirma que durante su estancia como profesora se enfrentó a comentarios, rechazos y discriminación cuando empezó su transición.
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Ella ya había sido despedida por primera vez el 11 de marzo de este año. A Daniela no se le justificó el porqué de su baja.
“Solo puedo decir que cuando me corren por primera vez, fue porque ya no era Daniel, sino Daniela, el rector me corrió y no me liquidó esa vez. Lo denuncié a través de las redes sociales y fue que así hice ruido. La institución se acercó me dijo que había un mal entendido y regresé a laborar”, recuerda.
Pero el vocero de La Salle niega este hecho, pues el primer despido de la profesora no se trató de un acto de discriminación sino que maestra no asistió a una capacitación para otorgarle materias para su siguiente semestre.
“Nosotros como institución no hemos recibido con anterioridad algún pronunciamiento o alguna sentencia por la cual haya hecho la maestra. Desconozco si exista un oficio emitido por parte de algún organismo como Copred y Conapred”, afirma.
Daniela solo pide en estos momentos, una disculpa pública por parte del rector, que se le haga la restitución de su cargo como maestra, pues considera que “eso le volvería a dar vida” y tres, justicia para ella y todas las personas que sufren actos de discriminación en sus centros laborales.
Hasta el momento, la universidad no ha dado su postura sobre el caso de Daniela en sus redes sociales, por lo que activistas y aliados se unieron a la profesora en su lucha por defender los derechos de la comunidad LGBT+, en especial la Trans.
APOYO DE AMIGOS, ALUMNOS Y ORGANISMOS
Daniela expuso su caso en redes sociales, por lo que en menos de una hora, el 30 de junio en twitter se convirtió en tendencia con el hashtag: #LaSalleTranfobica.
Sus alumnos en comentarios apoyaban su causa y decía que ella siempre “lo dio todo en sus clases”.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, se puso en contacto con Daniela para darle seguimiento a su caso.
El colectivo feminista Las brujas del mar dio su punto de vista y catalogó el hecho como un acto “transfóbico”.
Y a través de un pronunciamiento universitario colectivos de la diversidad LGBT+ de las universidades como el ITAM, CIDE, Universidad Panamericana, IBERO, entre otras instituciones privadas exigen la destitución del cargo del rector, Enrique Alejandro González.