En Puebla, la imagen de una "pilinga" no ha tenido el mismo significado desde hace casi un año, pues los hermanos Colmenares decidieron emprender en un negocio de comida que cambió la forma de comer lo que más les gusta.
Al interior del local 113 de la Avenida Orión Norte, de la colonia Magisterio 2001, se encuentra "Las Pilingas", establecimiento donde Pilar y su hermano Ramón Colmenares crearon un postre que cuenta con varios sabores, mismo que destaca por su singular forma y que despierta la curiosidad, pero también cautiva por su sabor.
En este negocio se pueden degustar waffles apodados como "pilingas", postre que tiene forma de falo que se puede consumir con sabor natural o cubierto de chocolate; también se puede pedir salado o dulce, blanca, rosa o negra. Además, algunos le agregan chispas de chocolate, no obstante, el comensal podrá degustar todo tipo de combinaciones. Este es el producto estrella del establecimiento donde los poblanos han hecho su favorita la pilinga de crema de avellana y la de pizza.
Para quienes presuman de un amplio apetito, Pilar explica que a los waffles se les puede añadir dos bolas de helado que complementarán de forma perfecta el postre de la casa, así que tan solo con pedir "una pilinga con huevos" se tendrá un postre muy completo para saciar el hambre o dar una sorpresa única a un ser querido.
No obstante, los hermanos Colmenares sabían que las pilingas no serían del agrado de todos, pero otros más gustarán de experimentar con diferentes modelos de postre. Para ellos, los emprendedores crearon las "pantuflitas", chocolates fríos en forma de vagina, que de igual forma, se han hecho de gran popularidad entre el público poblano.
También se puede encontrar una serie de malteadas que Pilar anuncia como "mamadas", es decir, el producto extra con el que la visita queda completa en "Las Pilingas", donde pasar un buen momento y degustar de un platillo único en su tipo serán el pretexto perfecto para divertirse en la angelópolis.
Personas que se asombran, ríen y hasta aquellos que se espantan por las formas peculiares de los productos, son los mismos que luego de dar la primera mordida regresan por más sin pensarlo.
Los precios de estos postres son 69 pesos para los waffles y 20 pesos para un chocolate. De esta manera, los clientes salen con una sonrisa en el rostro luego de comerse una "pilinga" completa o una "pantuflita".
CHM