Son más de 140 fincas en ruinas las que Dirección de Protección Civil tiene identificadas en las calles del centro de León, y con la llegada de la temporada de lluvias existe el riesgo de que se derrumben por el exceso de humedad, afectando incluso a los árboles aledaños.
Es por esto que se ha activado un protocolo para monitorear el estado de estas viviendas y que no representen un riesgo para la población.
"Normalmente empiezan a tener ya efectos secundarios un poquito más avanzada la temporada de lluvias, ahorita apenas llueve y se absorbe luego luego el agua pero cuando empieza a acumularse ya en demasía entonces empieza a generar el reblandecimiento del piso, entonces no solo las fincas ruinosas sino también los árboles comienzan a afectarse por ese reblandecimiento", explicó Crescencio Sánchez, titular de Protección Civil de León.
Añadió que este fenómeno se ha estado extendiendo a zonas como el barrio de San Juan de Dios o la Calzada de los Héroes, mismo que se pudo constatar en un recorrido en donde las casas ya tenían maleza en exceso, vidrios rotos, basura encima e incluso con aroma fétido.
Pese a la situación, estas fincas ruinosas no pueden ser derribadas o reconstruidas por reglamento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no obstante Crescencio Sánchez apuntó que en caso de detectar que hay un riesgo potencial mayor al estimado se deberá hacer uso de la maquinaria, aunque lo mejor es buscar una rehabilitación.
"Sin embargo se busca más bien la rehabilitación y repuntamiento de estas fincas con el fin de que el propietario haga una inversión y lo mantenga de pie", finalizó el titular.
Cabe mencionar que la presencia de humedad en los edificios afecta a la estructura mermando la duración del material, generando manchas, desprendiendo la pintura, ablandando las paredes, la formación de moho en las paredes, y entre otras que de no tratarse, podrían derivar a la caída de la estructura o partes de esta.