Por falta de recursos, no todos los niños regresan a clases

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Algunos pequeños se quedan con las ganas de seguir aprendiendo y aspiran algún día a ser más de lo que son ahora

Por falta de recursos, no todos los niños regresan a clases. ARCHIVO
Jessica Márquez
León /

En este regreso a clases no todos los niños regresan a estudiar, algunos se quedan con las ganas de seguir aprendiendo y aspiran algún día a ser más de lo que son ahora; pequeños que tienen una visión hacia al futuro y que además tienen grandes sueños.

Brenda López, con tan solo diez años de edad, se levanta desde las ocho y media de la mañana para ir al bulevar Juárez, esquina con bulevar Torres Landa, comentó que sale temprano a trabajar, ya que en su situación por falta de papeles no ha podido estudiar.

“No, yo no estudio, me quedé hasta primero porque no tengo mis papeles, no estoy registrada, me los pedían y por eso ya no voy”, dijo Brenda López.

Tiene la esperanza de pronto volver a estudiar y ser una persona con profesión, por promesas de sus padres.

“Me dicen que ya mero me van a apuntar en una abierta” expresó.

Para los padres ha sido muy complicado, pues la situación económica ha sido más difícil desde el inicio de la pandemia.

“Pues ahorita que están en clase, pues andan ahí en el bulevar, ganándose una moneda, van a empezar a estudiar, pero pues ya ve ahorita con el coronavirus es muy difícil” dijo Jesús Pérez, papá de la niña.

Los pequeños que trabajan en las esquinas todos los días exponen sus vidas en varios cruceros de León, los cuales tienen la necesidad de llevar el pan a su casa para sobrevivir o alimentarse ellos mismos.

"No podemos decirles que no trabajen, ellas mismas se compran sus zapatos o si les hace falta algo, porque no tenemos" comentó.

José Hernández llegó de Chiapas a León junto con su tío para vivir mejor, tiene tan solo 12 años de edad y señaló que desde hace un mes trabaja en las calles, y aunque no sabe leer y escribir, prefiere andar en la calle que ir a la escuela.

El sueño que tiene cuando sea grande es ser conductor, su tío es un vendedor de pistaches que también vende por el bulevar Torres Landa.

"En la mañana, yo me vengo por mi cuenta porque ya no quiero estudiar, quiero limpiar coches para tener dinero, gano como cien pesos" expresó José Hernández.

Así es la vida de algunos de los niños que viven con carencias, pero ganas de salir adelante.

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