El incremento exponencial de las temperaturas que en la ciudad de León han llegado durante el último mes hasta los 40 grados no es casualidad, pues de acuerdo con la "Food and Agriculture Organization" FAO, la urbanización provoca degradación física por pérdida de la función productiva en al menos el 22.55 por ciento del territorio.
Situación que se vuelve más crítica ante la falta de árboles, por tal motivo diversos ciudadanos se han manifestado en contra de la tala de 63 árboles que se encontraban en el Malecón del Rio y que fueron talados para el proyecto de ampliación de dicha vialidad, pues aseguran esto suma de manera negativa al medio ambiente.
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Aunado a ello, la FAO estima que el 79.7 por ciento del municipio de León ya presenta algún tipo de degradación del suelo, resalta la degradación química por declinación de fertilidad y reducción de materia orgánica que presenta un grado moderado de degradación, principalmente por las actividades agrícolas.
En cuanto a la falta de árboles, producto de la urbanización, existe un déficit importante pues para que se cumpla con el estándar de tres árboles brindando oxigeno por habitante, la ciudad debería contar con 4 millones 780 mil 806 árboles, así como 1 mil 434.24 hectáreas de áreas naturales urbanas, pero al día de hoy se tiene un déficit de 941 hectáreas de dichas áreas verdes.
La degradación del suelo se define como el cambio en la estructura del mismo y cuya manifestación más clara es la pérdida o disminución de su capacidad para absorber y almacenar agua, se traduce también en la capacidad del ecosistema para producir bienes o prestar servicios para sus beneficiarios.
Para el arbolado que persiste, la degradación del suelo se convierte en problema mayúsculo pues idealmente debe contar con condiciones físicas, químicas y biológicas para permitir el crecimiento óptimo; sin embargo, al ser áreas encapsulados por el área urbana, donde solo cuentan con pequeños espacios entre las avenidas, los árboles pierden las condiciones de aireación, conservación de la humedad, que afectan su crecimiento.
FGAV