León puede recuperar hasta 360 millones de m3 de sus cuencas

No hay necesidad de depredar cuencas vecinas, advierte Observatorio

Exportar agua de Los Altos a El Bajío no pondera efectos ambientales. (Agustín del Castillo)
Agustín del Castillo
Guadalajara /

Si la ciudad de León induce el ordenamiento hídrico en su propio territorio, y somete a los usos económicos a una gestión integral de cuenca, su futuro en el tema agua está en su propio territorio y no en la depredación de cuencas vecinas, advirtió ayer el presidente del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en Jalisco, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez.

El también activista alteño destacó que los estudios más serios sobre el problema en la ciudad de El Bajío, demuestran que hay muchas oportunidades para lograr un manejo adecuado del agua: no solamente el eterno problema de las fugas de agua potable, sino las posibilidades que se han identificado en la vecina Sierra de Lobos, la cual es el “tesoro de agua” de León pero cuenta con concesiones mineras por explotar que obstaculizan la posibilidad de aprovechar su agua.

Y más fuerte aún es la posibilidad de recuperar el recurso con el proyecto de modernización que ha avanzado lentamente para todos los productores de regadío de ese estado, que desperdician hasta la mitad del agua por sistemas obsoletos.

“Podrían perfectamente recuperar hasta 360 millones de metros cúbicos al año con todos estos componentes, y esto es agua para siempre, y es el triple de lo que se quieren llevar de esta zona semidesértica”, subrayó Márquez Gutiérrez.

Insistió que la exportación de aguas de Los Altos a El Bajío es un proyecto economicista que no pondera los efectos ambientales, económicos y sociales; insistió en que los datos qu8e dieron pie al decreto presidencial de 1995 ya no están vigentes, no solo porque ha descendido el volumen de lluvias y la evaporación es el triple de lo que se precipita, sino porque la tendencia natural de crecimiento de la población en la misma zona ocasiona que el recurso sea localmente más presionado.

Reconoció que hay una agenda de manejo de agua y territorio pendiente para Los Altos que debe derivar del ordenamiento hídrico, y que es una labor conjunta entre gobernantes y gobernados que debe derivar en un uso racional del recurso sin perder la economía y el tejido social que sustenta.

MC

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