El Hotel Peñafiel, en la ciudad de Tehuacán, albergó a grandes figuras del cine nacional, así como presidentes de la República, sin embargo, actualmente lo habita una pequeña que ha generado varias historias entre quienes han laborado en ese inmueble construido a principios de la década de los años 30.
Emilio Portes Gil, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Miguel Alemán fueron algunos de los personajes que estuvieron en este recinto, al igual que el comediante Mario Moreno Cantinflas, entre otros artistas. Además, ha sido el escenario principal de la película El Gran Robo, donde intervinieron los actores Robert Mitchum, Ramón Novarro, Jane Greer y Williams Bendix.
- Te recomendamos La Casa del Diablo en Cholula, historia de su enigmático mural Comunidad
Más allá de los personajes, se cuenta que una niña de entre siete y diez años de edad llegó junto con su familia hace más de cuatro décadas a hospedarse, pero ella sigue ahí. Andrea, egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la UNID, institución que hoy ocupa ese edificio, narra que de acuerdo con versiones de los trabajadores, la menor murió ahogada en un jacuzzi en la habitación donde se hospedaba.
De acuerdo con narraciones de los trabajadores, la niña no tiene un color de ropa que la distinga, porque hay quienes dicen que está ataviada con un vestido rojo, pero es algo etéreo.
"Cuando estaba recibiendo clases de pronto se escuchaba que alguien abrían las puertas de los salones de clases aún cuando tuvieran seguro", dijo la entrevistada.
A un costado de los sanitarios de mujeres de la planta baja , hay un cuarto pequeño que se ocupa como almacén, ahí había unos juguetes con los que "juega la niña".
- Te recomendamos La Casa de los Enanos en Puebla, una mansión envuelta en el misterio Estados
Uno de los guardias platicó que un conserje, al ver los juguetes y que no había niños, optó por llevárselos a su casa para que jugaran sus hijos, "pero alguien molestaba frecuentemente a los niños y esto terminó", por lo que los regresó al sitio original.
Los vigilantes aseguran que " la niña es muy traviesa, corre por los pasillos de la biblioteca, en el pasillo que cruza entre el lobby y las canchas. También está en las escaleras que conducen a la segunda planta. En este lugar se le escucha menos, porque aquí se aparece la dama de rojo", otra historia que se generó en este lugar.
En su recorrer frecuente, la niña acostumbra esconder algunos objetos de gente que estaba en el lugar. Don Tacho y el Jarocho, dos trabajadores de la UNID, cuentan que la niña es inquieta, corre, juega, abre y azota puertas de este lugar que eligieron para vacacionar y hasta estos días se convirtió en su refugio.
AFM