En la Basílica de Guadalupe, del 21 al 28 de noviembre, se llevará a cabo la Primera Asamblea Eclesial, en la que obispos de América Latina y el Caribe se sentarán con sacerdotes, religiosas y fieles laicos para discutir y definir los pasos a seguir ante los nuevos desafíos que presentan los tiempos actuales.
En un mensaje con motivo de esta asamblea, el Papa Francisco pidió que la reunión no sea una élite separada del pueblo de Dios, sino que camine junto a él; también pidió acompañar los trabajos con profunda oración, para que el señor se haga sentir.
Durante su homilía, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Miguel Cabrejos, dijo que esta asamblea es histórica, pues cuenta con la participación más amplia del pueblo de Dios, en la cual "nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas: obispos, sacerdotes y diáconos; religiosas, laicos y con hermanos en Cristo, así como de otras religiones que quieren responder al llamado en común que Dios nos hace".
"Esta Primera Asamblea inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del obispo con el pueblo de Dios en su Iglesia local, y de concepción de la Iglesia universal como una “Iglesia de Iglesias Locales”, presididas en la unidad por el obispo de la Iglesia de Roma, con Pedro y bajo Pedro", expuso el presidente del CELAM, Miguel Cabrejos.
Cabrejos dijo que esta nueva experiencia de la Iglesia, se realiza con la presencia de "Nuestra Madre, María del Tepeyac, quien representa a todas las advocaciones que sostienen y sustentan la vida e identidad de nuestros pueblos Latinoamericanos y Caribeños".
El religioso señaló que los líderes que se han dado cita, lo han hecho para invocar su fiel y potente intercesión "que nos muestre el rostro y la mirada de Cristo en esta etapa de encuentro presencial y virtual".
El arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, dijo durante la inauguración de la Asamblea Eclesial que la reunión es la oportunidad para dar testimonio del amor de Dios, respondiendo a los complejos desafíos del mundo actual "generando un camino de esperanza ante las consecuencias de la pandemia mundial y haciendo frente al reino de Dios en nuestros contextos de vida".
"Le pedimos a la Virgen Madre de la Iglesia que que nos ayude a todos los pastores, fieles católicos de América Latina y el Caribe que como buenos y fieles discípulos de Jesús Maestro, lo demos a conocer como ella lo hizo evangelizando las diferentes culturas de los pueblos originarios y así nosotros expresemos la maternidad de la iglesia", expuso.
En el editorial del semanario católico Desde la Fe, la Iglesia católica Mexicana recordó que cuando la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) presentó al Papa Francisco su intención de celebrar una nueva reunión continental, él les hizo dos recomendaciones.
La primera, que no fuera una Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño, de las cuales se han celebrado cinco en la historia, pues consideró que aún quedan pendientes de implementar algunas de las conclusiones de la reunión de Aparecida, en 2007.
En cambio, el Papa Francisco propuso realizar una asamblea que diera voz y voto a los laicos y consagrados, en línea con su compromiso de impulsar una Iglesia Sinodal.
Además propuso a los obispos latinoamericanos que la sede fuera la Ciudad de México, para que los asambleístas pudieran estar cerca de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América Latina.
Cabe señalar que las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe han designado a cerca de mil 200 asambleístas que participarán en algunas mesas de discernimiento que, por su naturaleza, serán privadas.
No obstante, al ser una experiencia eclesial, todo el pueblo de Dios está convocado a participar, y podrá seguir las misas, conferencias, reuniones y momentos de oración, a través de internet.
JLMR