La docencia me enorgullece y desde pequeña me encantaba dar clases; además, la ciencia y el deporte son mi pasión, explicó Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
Como parte de su trayectoria académica, Cedillo Ramírez ha sido investigadora del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas del Instituto de Ciencias (Icuap), del cual fue su primera directora.
Cedillo Ramírez fue titular de la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura y estuvo al frente del proyecto del Complejo Cultural Universitario (CCU), del cual fue su directora.
Actualmente, es directora del Centro de Detección Biomolecular de la UAP e integrante de la Comisión Institucional para el Seguimiento y Evaluación de la Pandemia por el SARS-CoV-2 que guía la continuidad de las actividades universitarias en medio de la pandemia.
“Soy química farmacobiología. Muchas cosas en mi vida han sido producto del azar. El encuentro con la ciencia se ha dado así”, apuntó.
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En entrevista para MILENIO Puebla, Cedillo Ramírez explicó que le gusta que sus amigos la llamen “Lili” o “Lilia”; mientras que cuando sus alumnos le dicen “maestra”, se enorgullece porque le gusta impartir clases.
“Para los amigos soy Lili. Afortunadamente, tengo muchos amigos, entonces, si me dicen Lilia, Lili, estoy bien. Si me dicen maestra es un privilegio porque, finalmente, es lo que me gusta hacer. Mi pasión siempre ha sido dar clases. Desde niña, recordaba mucho mi mamá, en paz descanse, que me encantaba explicarle las clases a mi hermanita y no tenía pizarrón. Me encanta, es una labor que me enorgullece, tanto como la ciencia y el deporte. El deporte es mi pasión. No podría ser Lilia si no hiciera deporte”, apuntó.
Recordó que comenzó a trabajar en microbiología en su tesis de licenciatura con un tema que le encanta: los micoplasmas, que son bacterias que carecen de pared celular y pueden generar diferentes enfermedades y no son sensibles a los antibióticos.
“Los micoplasmas son mi verdadero amor en la microbiología; aunque debo reconocer que les he sido infiel, pero ellos son los meros meros. Trabajar con micoplasmas son uno de los grandes retos, son difíciles, son chocantes, pero son fascinantes y yo creo que me acompañarán en la vida académica”, apuntó.
Como estudiante, Cedillo Ramírez fue fundadora del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas de la UAP y realizó trabajos de limpieza y organización de las nuevas instalaciones para desarrollar sus estudios.
Recordó que su primer cargo fue coordinadora del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas de la UAP donde aprendió elementos de gestión académica; y luego formó parte del comité de coordinadores del Instituto de Ciencias de la UAP y luego fue la primera directora electa de dicha unidad académica.
En los primeros años de este siglo, Cedillo Ramírez fue nombrada titular de la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura, cargo que le permitió encontrar a amigos y a responder a retos como el proyecto del Complejo Cultural Universitario.
“Siempre, en son de broma, yo decía que los microbios no eran muy cultos, pero hice mi mejor esfuerzo. Encontré a gente muy valiosa en la Vicerrectoría y aprendía de ellos. Lo que no sabía, nunca me dio pena de preguntar y pedir ayuda. Encontré muy buenos amigos. Me tocó participar en el proyecto del Complejo Cultural Universitario. Estuve al frente del él, casi dos años. Una experiencia muy importante”, expresó.
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Recordó que ante la pandemia de la influenza AH1N1 en 2009 surgió el Centro de Detección Biomolecular de la UAP por iniciativa de un grupo de investigadores, liderados por Ygnacio Martínez Laguna.
“Me tocó como motivar a las autoridades universitarias sobre la necesidad de que nuestra institución contara con un Centro de Detección Biomolecular. El proyecto lo dirigió Ygnacio Martínez Laguna, él fue el papá de este centro. Yo llegué después, como un intercambio (...) El centro fue creado para dar respuesta ante pandemias como la actual. Ahora, en que estamos en una pandemia, tratamos de apoyar, no solo como proyectos de investigación”, apuntó.
Respecto a su futuro en UAP, Cedillo Ramírez explicó que el azar le ha colocado en diferentes retos en su vida y en el que le toque, lo aceptará y trabajará de forma comprometida y dando su mejor esfuerzo.
“El azar ha decidido muchas cosas de mi vida. El azar, seguramente, me pondrá en el camino en el que tenga que estar y ahí estaré comprometida y dando mi mejor esfuerzo”, explicó.
La investigadora explica que la vida es corta, ante lo cual cada día lucha por hacer lo que quiere hacer hoy y por contribuir con su entorno; mientras que el mañana presentará nuevos retos y nuevas metas que se podrán cumplir.
“Siempre he visto que la vida es muy corta. Entonces, mis ideas, mis metas y las acciones para llegar a ellas, son así: hoy tengo que contribuir, hoy quiero hacer las cosas y uno nunca sabe si mañana voy a estar o no (...) Mañana ya se verá que viene, ya se verá si hay nuevos retos, nuevas metas y en ese camino andaremos”, finalizó.
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