Con la llegada de monseñor José Armando Álvarez Cano, la Diócesis de Tampico tendrá a su quinto obispo de la era moderna.
La Iglesia Católica en Tamaulipas y la zona sur ha tenido a 11 jerarcas a lo largo de su historia.
Desde 1870, con las primeras misiones, se formó la llamada Diócesis de Tamaulipas, pero fue hasta los años 70 cuando terminó de crearse la Diócesis porteña como se le conoce en la actualidad.
Con 11 municipios, 64 parroquias y cerca de un millón de fieles, el padre Artemio Garza, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la colonia del Golfo e historiador de la Iglesia en Tamaulipas, reconociómo reto la formación religiosa y familiar en la zona sur del estado.
“La llegada de un nuevo obispo siempre será un signo de esperanza. La figura de un obispo, incluyendo la del propio Papa que es obispo de Roma, significa el sucesor de los apóstoles, al Papa se le llama vicario de Cristo, es decir auxiliar de Cristo y sucesor de San Pedro, y cada uno de los obispos sustituye a uno que ya estuvo antes”.
La historia de los obispos en Tampico y en Tamaulipas tiene dos grandes etapas, la primera cuando se hace la Diócesis, el Vicariato y después Diócesis de Tamaulipas, en 1870, donde la sede queda en Ciudad Victoria por ser la capital del estado. Tampico tenía relativamente poco de refundado, iba creciendo sobre todo a partir del puerto.
“Vienen de Altamira y solicitan a López de Santa Ana que se habite de este lado del río, del otro ya habían las fundaciones de Fray Andrés de Olmos en el siglo XVI, quedan pocos vestigios pero está la placa en la torre de Catedral y la imagen de Fray Andrés en el bulevar López Mateos, cerca del Puente Tampico.
Él fue el fundador de las primeras misiones de San Salvador de Tampico y hacia el norte de la Diócesis, por el municipio de González, en Magiscatzin, se funda la población San Juan Bautista de Horcasitas”.
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