La fuerte lluvia terminó por colapsar una tubería de agua potable sobre el techo de dos quirófanos y oficinas del Servicio de Ginecoobstetricia del Hospital General de Occidente (HGO), por lo que derivaron la atención de cesáreas al vecino Hospital de Zapopan conocido como el Hospitalito.
Los hechos se prestaron alrededor de las 20:30 de este lunes 23, cuando “se rompió espontáneamente una tubería de agua potable, lo que provocó la caída de un plafón, esta lámpara, así como de un área administrativa contigua”, describió el director general del HGO, Miguel Ángel Van Dick Puga, tras explicar que de inmediato se procedió a la reparación del daño, cortando primero el paso de líquido.
“Se prioriza en ese momento todos los partos que vienen de urgencia, y partos complicados que requieren cesárea en el área superior ahí se atendieron (quirófanos destinados a Urgencias por las noches y a cirugía programada por la mañana)”.
Van Dick Puga precisó que este martes estaban sólo en funcionamiento las dos salas de Tococirugía para la atención de partos, por lo que se pidió apoyo a la red hospitalaria y se derivaron pacientes a El Hospitalito.
“El Hospital de Zapopan por la cercanía nos dio un apoyo total, se portaron extraordinariamente bien”, apuntó, tras señalar que este martes se refirieron dos pacientes a cesáreas; mientras que ocho partos se resolvieron durante el transcurso de la noche del lunes, tras el incidente, en el mismo HGO.
El directivo destacó que los trabajos de reparación del área afectada son prioritarios y que se aplicaría un proceso de alta sanitización en espera de poder reanudar las actividades con normalidad este miércoles.
GPE