De acuerdo con la Asociación Mexicana de Animales de Servicio (A.M.A.S), un perro de servicio no es una mascota, sino un compañero adiestrado para desarrollar tareas que mejoren la calidad de vida y condiciones de salud de quien lo necesita. Tal es el caso de Logan, quien acompaña al señor Bernardo Lorenzo Caselis.
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Hace 3 años, a Bernardo le detectaron diabetes asintomática y una de las consecuencias que sufrió, a raíz de este padecimiento, fue que desarrolló cardiopatía; un tipo de enfermedad que afecta al corazón y a los vasos sanguíneos.
En entrevista explicó, que puede sufrir un paro cardíaco en cualquier momento sin síntomas previos.
Asimismo, compartió que cuando recibió la noticia, una amiga veterinaria le regaló a Logan, con la finalidad de que el perrito se convirtiera en su asistente médico.
“Para que cuando yo tuviera una crisis o algo, él me avisara con tiempo y yo pudiera solicitar ayuda”, compartió.
Mencionó que un perro de asistencia debe llegar con la persona que lo necesite cuando aún es cachorro, en su caso, Logan llegó a él cuando tenía 2 meses de edad.
En este sentido, la página oficial de A.M.A.S indica que dependiendo del tamaño del lomito se entrena para un determinado servicio.
Por ello, a los 5 meses de edad, Logan inició su entrenamiento en una escuela especializada en la que le enseñaron a dar auxilio y detectar los síntomas de su dueño a través del olfato.
Asimismo, recibió clases por parte del personal de la Cruz Roja Mexicana en la Ciudad de México.
“A través del olor es como ellos se van entrenando, una característica especial de los perros de asistencia médica es que es muy puntual su entrenamiento, cuando entras en crisis, él ya sabe qué hacer”, indicó.
Cabe destacar que en el país existen varias asociaciones civiles en las que se puede certificar al compañero de servicio, en lo que respecta a la A.M.A.S, el trámite va de los mil 900 pesos a los más de 4 mil pesos, dependiendo si ese requiere un certificado nacional o internacional, así como el tiempo de vigencia.
¿Qué debe hacer el lomito si detecta anormalidades en la salud?
Si bien cada animal de servicio es entrenado de acuerdo a las necesidades de su compañero, en lo que respecta a Logan, a decir del señor Bernardo: “Generalmente me abraza y empieza a llorar, así avisa que algo está sucediendo”.
En los dos años que Logan ha acompañado a Bernardo, lo ha auxiliado en una ocasión. La contingencia sucedió cuando estaba trabajando en su local y el lomito lo alertó antes de que sucediera la emergencia.
Bernardo pudo llamar a un familiar, pero minutos más tarde perdió el conocimiento. Sin embargo, fue atendido de manera oportuna gracias a que su asistente médico lo alertó a tiempo.
Lorenzo Caselis declaró que para tener un perro de asistencia médica, es necesario que un médico especialista avale la enfermedad de quien lo requiere.
En su caso, cuenta con los documentos médicos que dictaminan su condición cardiaca. Asimismo, señaló que solo se permite un asistente por persona.
¿Cómo es el día a día con un perro de asistencia?
El día de Bernardo y Logan comienza en el cuarto que comparten, ya que el asistente debe estar con su persona en todo momento.
A decir de Bernardo, la mayoría de las ocasiones su lomito es quien lo despierta. Posteriormente, se arreglan y caminan hacia la parada para ejercitarse y al llegar al paradero comienza la travesía.
El señor Bernardo compartió que no todos conocen el artículo 58 de la Ley Federal de Protección a los Derechos del Consumidor, que establece que "no se puede negar el servicio ni cobrar cuotas extra por el perro de asistencia". Sin embargo, sufre de discriminación al tomar el transporte público.
"No se quieren parar o luego la gente se molesta y te insulta, no saben que Logan debe estar conmigo por mi salud", expresó.
Detalló que a pesar de que existe la modalidad PetFriendly, en algunos espacios y establecimientos le han negado la entrada a Logan, y por consiguiente a Bernardo. Esto pese a que su perro de asistencia cuenta con la identificación correspondiente.
La A.M.A.S indica que cuando los animales están en servicio deben portar un arnés o un chaleco rojo.
Finalmente, Bernardo invitó a los ciudadanos a informarse más acerca de los perros de asistencia y añadió que ya es tiempo de que se les brinde respeto a los compañeros de vida, de cualquier especie, quienes sin importar nada cuidan de nosotros.
CHM