El macuahuitl (palo de mano) es una de las armas más conocidas utilizadas por los guerreros aztecas que se asemeja a una espada de madera, a la que se le insertaban una serie de navajas de obsidiana en sus extremos y un amplio mango que permitía asirla con firmeza.
Era el arma estándar de los ejércitos mexicas utilizada para capturar a los combatientes al dejarlos lisiados o fuera de combate, para luego ser tomados como prisioneros.
Un golpe con esta arma provocaba heridas en las que se quedaban adheridos en la piel fragmentos de obsidiana, algunos de ellos tan profundamente que sin duda habrían causado hemorragias secundarias, explicó Isaac Ramírez Vargas, quien fabrica prácticamente a mano estas armas de guerra prehispánica.
El joven de 32 años, egresado de la Universidad Tecnológica “Fidel Velázquez”, como técnico en TSU Procesos Industriales, área Artes Gráficas, narró que cuando era niño su papá le inculcó conocer la historia de nuestros antepasados, “siempre me llevaba a los museos, a las ruinas arqueológicas, él tuvo la intención de que aprendiera acerca de nuestra cultura y así fue que me empezó a llamar la atención todo el armamento mexica”.
En el año 2015 Isaac acudió a una exposición que hubo en el zócalo capitalino, “por azares del destino pasé y vi las armas ahí elaboradas, entonces pensé: creo que puedo fabricar una, y empecé a investigar, me metí en todo este asunto y poco a poco fui aprendiendo. Nadie me enseñó a fabricarlos, yo mismo lo hice poco a poco”.
Expuso que ha hecho aproximadamente 30 macuahuitl. “Las hago prácticamente originales, nada más lo que cambia un poco es que les hago un grabado y las que usaban los aztecas estaban pintadas con glifos muy pequeños, pero para mí, lejos de que fuera un armamento quería hacer una pieza realmente artesanal, o sea, darle ese pequeño toque para que fuera una pieza de exhibición”.
Isaac explicó que sus trabajos los realiza con fines recreativos y no bélicos, “por eso decidí plasmar los grabados y personalizarlos, creo que eso es importante, mis clientes eligen el color y los grabados”.
El dato...
Expresó que para la guerra estas armas síeran funcionales porque la obsidiana es un vidrio volcánico que en el momento de impactar con la piel suelta pequeñas esquirlas que se impregnan en la herida y con el movimiento van lacerando más y más.
A través de las fronteras
Isaac ha vendido macuahuitls a hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos, “se los envió por paquetería a California, Chicago, Kentucky, Carolina del Norte, Texas y Arizona. También tuve un cliente en Alemania y otro en Chile”. También mexicanos de Colima, Zacatecas, Baja California, Nuevo León y Veracruz se han interesado por su trabajo. “Me da la impresión que los hijos de mexicanos nacidos en el extranjero están más apegados a nuestras raíces, que quienes vivimos en México”.
Narró que tarda de 7 a 8 días en elaborar una pieza porque todo es tallado a mano.
Los métodos de protección
Para protegerse los guerreros usaban el ichcahuipilli (camisa de algodón), que fue un armadura construida de varias capas de algodón trenzado, y endurecido con salmuera y otras sustancias.
Estaba diseñada principalmente para proteger el torso de las flechas y los átlatl (lanza de largo alcance) en forma similar a lo que hace un chaleco antibalas moderno: las sucesivas capas de algodón y yute frenaban paulatinamente y atrapaban las flechas, en lugar de desviarlas.
Esta armadura por ser acolchada protegía bien de los cortes de las macuahuitl y los golpes contundentes de las macanas.
Mexicas.Un imperio militar
Los mexicas fueron un imperio militar que basó su economía y poderío territorial en las guerras, por eso fue tan importante para ellos el control del único yacimiento de obsidiana verde en el centro de México.
KVS