A las 18:30 horas llegaron cargadas de juguetes, de pan, café, refrescos, tortas y dulces, en uno de los escenarios donde prevalece la angustia, y al mismo tiempo la esperanza de quienes confían en la pronta salud de sus seres amados; el hospital Dr. Carlos Canseco. Ese sitio que eligió Fátima, para celebrar el cumpleaños de Franco, su hijo que murió a causa del cáncer, y que hoy habría cumplido 16 años.
En esta ocasión estuvo acompañada por "Corazones Siempre Unidos", conformada por cinco mujeres motivadas con el único propósito de hacer labor altruista.
"Mi hijo pierde la vida el 13 de enero de hace ocho años, y es cuando yo me digo, qué vamos hacer, porque era mi único hijo, y empecé a hacer meriendas", dijo.
Fátima Mar Ramírez, encontró en asociación altruista el camino para seguir apoyando, pues durante las emergencias y atenciones a su hijo, fue testigo de lo mucho que les falta a otros semejantes, desde pañales, y juguetes que transforman los pesares en contundentes alegrías, porque recuerda a su hijo con pijamas y pantuflas, que el frío no podía hacerle nada, mientras que otros, les hacía falta ese sustento.
Asegura que lo que hace hoy es el legado de Franco, un homenaje que la hace sentirse feliz y satisfecha.
"Hoy estaría cumpliendo 16 años, pero recordemos que el amor se trabaja los 365 días del año, porque ahora estoy sumada a este proyecto de Corazones Siempre Unidos, y compartiendo con esto el legado que me dejó mi hijo", destacó emocionada.
"Franco me dejó este legado, me dejó este proyecto de apoyar a otras personas y lo hacemos con el corazón", dijo.
La entusiasmada mamá, no dudo desde el momento en que arribó a este punto de invitar a todos aquellos que se encuentran haciendo guardia constante por la salud de sus familiares, algunos ni siquiera son de Tampico, y llevan días confiados por buenas noches.
Está noche de lunes, hay niños, adultos de la tercera edad en sillas de ruedas, quienes se acercaron, por una torta, pan, dulces y juguetes, además de compartir también café y refrescos.
Con esta actividad, Corazones Siempre Unidos cierra su ciclo 2021, en medio de una pandemia que les permitió este año, apoyar en este compromiso hecho por Fátima.
Dijo que el hospital Dr. Carlos Canseco no es diferente de otros, porque en los ocho años sigue siendo testigo de la carencia, del dolor y de aguantar el hambre, pero donde hay fe, y persistencia sea la condición climática que sea.
Fátima, estuvo acompañada por la presidenta de la organización civil, Julissa Pérez Cobos, Rosa Ponce, Margarita Ordóñez, Esmeralda Maldonado, y demás activistas que no dudaron en ser parte de la iniciativa.
SJHN