“Hoy estoy aquí porque vine a pintar el nombre de mi hija en este muro de la vergüenza, para mí este muro significa de la omisión y la indolencia de todo un estado, de la falta de impartición y justicia, de todo un sistema en contra de las madres víctimas de feminicidio, quienes solo luchamos por tener acceso a la verdad”, dice Lorena Gutiérrez, quien mira con firmeza el nombre de su hija, víctima de feminicidio en 2015.
Después de que la noche de este sábado diversos colectivos feministas decidieran colocar los nombres de las víctimas de feminicidio en el país en las vallas de más de tres metros que cubren Palacio Nacional, los padres de Fátima Varinia decidieron también hacer presente el nombre de su hija, para que no sea olvidada.
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Fátima Varinia Quintana Gutiérrez tenía 12 años, ella vivía felizmente con sus padres y hermanos en una pequeña comunidad de apenas 602 habitantes en Lerma, Estado de México, su madre cuenta que tres de sus vecinos decidieron arrebatarle su vida la tarde del 5 de febrero de 2015.
Por horas sus padres la buscaron, hasta que dieron con los feminicidas de su hija, con ayuda de una de sus compañeras y amiga de Fátima, quien identificó a Luís, Ángel y Misael “N”, como los últimos en tener contacto con la menor.
Al llegar donde les señalaron, hallaron pertenencias de Fátima con sangre, pero el horror para la familia seguiría pues en el domicilio de los feminicidas descubrieron lo que había pasado, ellos no volvieron a ver a su hija con vida, las investigaciones le señalarían que su hija que fue encontrada semi enterrada fue torturada, sufrió abuso sexual y más de 90 heridas con objetos punzo cortantes en el abdomen.
“De promesas estamos cansadas las madres que de verdad luchamos, nuestras hijas después de muertas merecen justicia, este es el caso de mi hija, nosotros no íbamos a permitir que los tres asesinos que entregamos ese mismo jueves 5 de febrero queden en libertad y sin castigo, pero lo están haciendo poco a poco”, afirma la señora.
A pesar de que la señora Gutiérrez junto a su familia entregaron a las autoridades a los culpables de torturar, violar y matar a su pequeña hija, su trayecto para exigir justicia no ha parado, pues los feminicidas aún no han sido sentenciado y viven con el temor de que algún día salgan, por lo que pide a las autoridades y las diversas colectivas feministas no olvidar el nombre de su pequeña.
El caso de Fátima aún no encuentra justicia, esto a pesar de que Ismael y Luis Ángel están sentenciados, pues uno de ellos está próximo a salir y el tercero de ellos, al quien Lorena señala como el autor intelectual del feminicidio, se encuentra en un penal esperando su sentencia, después de que en 2017 lo declararan en libertad. “Esperemos que esta vez si haya una condenatoria en su contra”, exige.
Pero la travesía de la familia Quintana Gutiérrez aún no termina, pues a la pena de casi seis años por el feminicidio de Fátima se le unió la partida de su hijo Daniel ante la pandemia del covid 19. Doña Lorena afirma que la muerte del menor también fue causa del estado, pues no quisieron atenderlo en una clínica del IMSS.
“Fue el 24 de noviembre cuando murió mi hijo Dani por negligencia médica, porque él no tenía acceso al sistema de salud de Nuevo León aún estando en una medida de protección por lo de Fátima. Le violentaron sus derechos a la educación, la salud, la alimentación y sobre todo a la libertad, pues vivimos como prisioneros manteniendo un perfil bajo, mientras los asesinos en este país son dejados en libertad”, condenó
Afirma que por el caso de Daniel también ya hay una carpeta de investigación en curso, que seguirán hasta encontrar justicia.
La pequeña familia solo pide a las autoridades que ningún crimen quede impune, afirman que como cada año, asistirán a la marcha del 8 de marzo para gritar por todas las víctimas, al igual que por su pequeña Fátima.
“Pido al gobierno que se comprometan, que haya justicia, sentencias. Yo no sé por qué estas leyes son tan blandas con los asesinos adultos o menores”.
OMZI