Parque Natural La Cañada, el proyecto para proteger al río Magdalena y el primer Dínamo

El proyecto de convertir la zona boscosa del suroeste de la Ciudad de México busca protegerlo de la devastación ecológica y de los asentamientos irregulares que podrían afectar al último río viviente de la capital.

Los Dinamos fueron establecidos durante el Porfiriato, ya que se instalaron cuatro plantas generadoras de energía eléctrica (Octavio Hoyos)
Ciudad de México /

El río Magdalena, el último afluente que sobrevive a la urbanización en la Ciudad de México no goza de cabal salud, debido al crecimiento de asentamientos humanos irregulares en sus cañadas, que al mismo tiempo, representan un severo riesgo para las poblaciones ahí asentadas.

Por ello, a través del modelo de diseño participativo, Grupo Frisa propietario del predio, en coordinación con los sectores público y comunitario, desarrollarán el Parque Natural La Cañada para protegerlo de la devastación.

La zona de Los Dinamos alberga el río Magdalena, el último cuadal vivo en la Ciudad de México. (Octavio Hoyos)
“El riesgo que nos va a pasar lo mismo que pasó acá en el cerro del Chiquihuite, se está poblando y la verdad va a haber muchos deslaves por los asentamientos, hay mucho riesgo se están asentando muchas casas, muchas familias (...) Están invadiendo todo lo que es las laderas y están terminando con mantos acuíferos”, dijo Mario Juárez, un prestador de servicios turísticos y coordinador de atracciones como la tirolesa, en el primer dinamo.

Dentro de suelo de conservación en Los Dinamos, ubicado en la alcaldía Magdalena Contreras, el mayor reto para proteger al afluente y su bosque está en la parte baja conocida como el primer dinamo, que comprende el predio La Cañada perteneciente a Grupo Frisa

“Es la prioridad, detener el crecimiento de la huella urbana, detener el crecimiento irregular de asentamientos que se presenta a través de ventas ilegales de terrenos. Se identifican 45 viviendas dentro de la poligonal y la mayoría de ellas se encuentran en zonas de riesgo porque son zonas de deslave”, Daniel Apiquian, coordinador del Proyecto Parque Natural La Cañada.
Los Dinamos tienen una extensión de más de 2 mil 429 hectáreas, dividida en cuatro secciones, y su relieve es montañoso. (Octavio Hoyos)

En un recorrido con MILENIO, explicó que la constructora adquirió el predio La Cañada en la década de los años 1950 para desarrollar un campo de golf, proyecto que no prosperó ante el rechazo del pueblo originario de la Magdalena Atlitic hoy, la cabecera de la alcaldía Magdalena Contreras, por lo que con el paso de los años, ese espacio ha sido “víctima de un conflicto por la tenencia de la tierra”, dijo.

Añadió que debido a los asentamientos irregulares, ya perdió el 20 por ciento de su polígono original, y actualmente, la extensión del predio es de 110 hectáreas de bosque.

“Existieron demandas que escalaron hasta el Tribunal Agrario donde 2013, se dio una resolución favorable a la empresa, donde se sustenta la tenencia de la tierra; sin embargo continúa siendo uso de suelo en preservación ecológica, lo que no da cabida de desarrollar ningún tipo de proyecto inmobiliario. Es un proyecto para crear un espacio natural en conservación dedicado a la educación ambiental”, subrayó Apiquian.

Los Dinamos han sido afectados debido a la expansión del la mancha urbana y la contaminación. (Octavio Hoyos)

El conflicto por la tenencia de la tierra generó los problemas de asentamientos, degradación del bosque, contaminación del río e inseguridad, que los propios comerciantes y prestadores de servicios reconocen como un problema grave.


Así que ya resuelta la titularidad del predio La Cañada, Grupo Frisa optó por declararlo como “Área destinada voluntariamente a la conservación”, ante la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y proyecta desarrollar el parque natural mediante un modelo de diseño participativo, por lo que incluso, la empresa propietaria ya llegó a un acuerdo con los comerciantes y prestadores de servicios turísticos que desde hace al menos tres décadas, hacen uso de ese espacio.

“No estipula nada en específico, estipula que vamos a entrar a un proceso de diseño en conjunto, donde se pueda regularizar, protocolizar y hacer un reglamento para el uso del espacio de manera sustentable (...) No hay la intención de desalojo ni de sacar a nadie, sino intención de colaboración”.
La creación del parque buscaría proteger el área del asentamiento ilegal y la contaminación en la zona. (Octavio Hoyos)

Al menos un centenar de comerciantes están conformes con el proyecto y la promesa de que no serán desalojados del sitio.

“Sí tenemos esa certeza de que vamos a mantener nuestra fuente de empleo, y que va a estar mucho mejor (...) va a ver vigilancia y todo eso, entonces ya los paseantes ni van a tener ese miedo de venir y que les pase algo, que los lleguen a asaltar, ya con este proyecto va a estar más vigilado y no va a haber tantas situaciones así”, dijo Belén Sandoval, comerciante de antojitos mexicanos.

La empresa destaca la urgencia de actuar para proteger el sitio, ya que estudios advierten que de no frenar los asentamientos irregulares y ordenar las actividades humanas, el caudal del río Magdalena podría desaparecer en la zona baja que comprende el predio La Cañada, en los próximos tres años.

dmr

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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