El 30 de abril se cumplirá el aniversario número 43 de la fundación de la Unidad Habitacional La Margarita, la cual ha sido el hogar de miles de poblanos como Luz María Campos Juárez, una de las primeras residentes de la zona, quien recordó que junto con sus padres llegó a este multifamiliar cuando era una niña y desde entonces ha visto cómo se ha transformado, pero ahora con sus hijos. Por ello, señala la importancia de que este desarrollo urbano “vuelva a florecer”, pues forma parte importante de la ciudad de Puebla.
“Estaba muy limpio, no había nada de puestos. El señor Blas Chumacero Sánchez siempre cuidaba a sus trabajadores. No le gustaba que hicieran ruido para que pudieran descansar todos sus trabajadores. Hoy en día él ya no está acá”, contó.
En entrevista con MILENIO Puebla, María Campos lamentó que todo el orden y limpieza de La Margarita se haya desvanecido, aunque aceptó que los moradores modificaron sus viviendas para expender diversos productos: “También es ayuda porque (...) hay varios puestos y así nos ayudamos en la economía. Hay varias personas que tienen locales y venden y nos ayudan, salimos a hacer compras”, mencionó.
Asimismo, reiteró que era una unidad “muy limpia, muy bonita, lo sigue siendo”, pues recordó que era única porque contaba con un sistema de transporte interno, mismo que era gratuito para los usuarios.
“Era como una ciudad en chiquito. Cuando éramos chiquitos aquí, en esta zona (primera sección) había un camión que nos llevaba a todos y recorría desde acá hasta el final de La Margarita (...) su terminal estaba hasta la iglesia. Yo creo que hace falta ese transporte para todos los niños escolares”, sugirió.
También evocó que era una zona inspiradora y sana, no solo porque no había basura, sino porque, además, había muchas jardineras en las que sembraron margaritas para hacerle honor al nombre de la colonia.
María informó que además de tres jardines de niños, se aperturó un número igual de primarias y las secundarias número 42 y 63. “Existen dos bachilleres, el Blas Chumacero y el U14 -adscrito al Colegio de Bachilleres- para toda la gente que aquí vive”.
Así como María, a poco más de cuatro décadas, sus residentes señalan que al paso del tiempo La Margarita perdió su esplendor en parte al crecimiento urbano, a la construcción de bulevares colindantes que provocaron la destrucción de la malla que protegía el multifamiliar, así como la creación de la Unidad Médico Familiar (UMF) 57 y el Hospital General de Zona (HGZ) 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues devoraron sus áreas verdes.
Inicios de La Margarita
La Unidad Habitacional La Margarita fue un proyecto planteado por el arquitecto Blas Chumacero Sánchez, entonces secretario de la Federación de Trabajadores de México, y que tenía una modalidad única hasta el momento en la que los residentes podían contar no solo con su propia vivienda, sino que a la mano estaban los servicios básicos, espacios de esparcimiento y recreación, así como de desarrollo social, todo en una “ciudad en chiquito” como lo denominaron sus habitantes.
Este desarrollo fue inaugurado en 1979, seis y cinco años después de las unidades habitacionales Amalucan, 1973; y La Ciénega, 1974, respectivamente; entonces, pertenecía al municipio de Hueytamalco y consta de seis mil dos casas, en las que se estima habitan actualmente de 35 mil a 50 mil personas.
En 1975, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), por medio de un fideicomiso a través del entonces Banco Obrero, inició la construcción de este asentamiento humano al comprar un millón de metros cuadrados del rancho conocido con el mismo nombre.
El primer paso fue lotificar y urbanizar el terreno, luego procedió a edificar y, por último, vender los departamentos junto con las áreas comunes. Por ello, se lotificaron 42 manzanas que actualmente componen la unidad y se edificaron 6 mil 2 viviendas, de las cuales 5 mil 739 quedaron sujetas a un régimen de propiedad en condominio por tratarse de edificios de cinco y ocho viviendas en siete diferentes prototipos.
María recordó que su familia adquirió una de las viviendas en La Margarita, ya que su padre laboró en una refresquera que operó en la 14 Oriente: “Trabajó muchos años y debido a eso le entregaron una casa”.
Añadió que su papá tomó un condominio, “pero había tres (modelos) dúplex, casa sola o condominio. A nosotros nos tocó vivir en la segunda planta en el número tres”.
El proyecto, como en el resto de las unidades habitacionales, se caracterizó por tener una arquitectura homogénea y por estar organizados en series de viviendas dúplex, triplex o edificaciones de cuatro o más departamentos.
En el caso de La Margarita, se construyeron 630 edificios con el mismo patrón, es decir, todos compartían el mismo estilo arquitectónico y fachada, al tener doce ventanas ordenadas. En el proyecto se contempló ubicar los edificios divididos por plazuelas como forma de homenaje a los primeros asentamientos de la Angelópolis.
Los habitantes de estos asentamientos se caracterizaron por ser trabajadores de grupos sindicalizados y asalariados, que tuvieron acceso a estas viviendas a través de créditos de financiamiento como parte de una prestación laboral, así como créditos mixtos por medio de una institución bancaria.
La Margarita, que actualmente ya forma parte del municipio de Puebla, fue habitada por empleados de diferentes industrias afiliados a la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).
El 30 de abril de 1979 comenzó la entrega de los primeros 120 departamentos en 20 edificios de la primera sección. Entonces contaban con transporte gratuito interno, escuelas para los más pequeños, comercios para sus compras esenciales, áreas verdes, canchas deportivas, vigilancia permanente de policías y agentes de tránsito y barda perimetral.
La Margarita resaltó del resto de los llamados Infonavit, porque fue el primero que contó con un campo de futbol al que le añadieron una pista de atletismo de 400 metros de largo. También porque en su interior se construyeron unos cines, un centro comercial y un mercado.
Asimismo, en la zona fueron construidos asaderos pensando en reuniones familiares, sin embargo, ahora están en pésimas condiciones.
En la manzana 41 están otros campos sobre el bulevar Municipio Libre. Ese espacio mide 12 mil 194 metros, de los cuales 4 mil 903 son área verde. En tanto, el mercado está ubicado en la manzana 32.
Actualmente, la unidad habitacional cuenta con 120 locales, entre el mercado, tres centros comerciales y diversos establecimientos. El edificio conocido como El Pastel está integrado por cuatro pisos y unos 20 locales.
Sobre ello, María dijo que ni los cines, ni el centro comercial, conocido como El Pastel, han dejado de operar en La Margarita: “Sí nos gustaría porque se vería muy bonito. Hace falta una persona que dirija como el señor que estaba antes aquí, que lo habían puesto, don Blas Chumacero y Aurelita -esposa del dirigente sindical-. La verdad ellos, mis respetos”, exclamó.
Proyecto fue en declive
Debido a la construcción de los bulevares colindantes, años después fueron derribadas parte de la barda y malla perimetral que aislaba a La Margarita de los predios en desarrollo a su alrededor, lo que marcó la decadencia del multifamiliar.
Otro factor que influyó para la pérdida de sus espacios verdes fue la instalación de la UMF número 57 y el HGZ número 20 ambos del IMSS. Cuando se fundó la unidad, en 1979, se proyectó que las áreas verdes representaran 394 mil 58 metros cuadrados, los espacios comerciales 7 mil 737 y los estacionamientos 41 mil 280 metros cuadrados, pero hoy ese orden se perdió.
La superficie de áreas verdes se vio afectada en específico por la construcción de una plaza comercial y un supermercado, los cuales se construyeron en un predio de más de 440 mil metros cuadrados.
En noviembre de 2004, la empresa G&C, Equipos y Construcciones realizó un levantamiento topográfico, el cual arrojó que del predio total 20.68 por ciento es de vivienda, 0.77 por ciento es de locales comerciales, 39.41 por ciento es áreas comunes, 4.12 de estacionamientos, 23.15 de área de vialidad y 11.87 de donación al ayuntamiento.
Zenón Pérez, adulto mayor y también residente de esta unidad habitacional, dijo que él conoció este sitio desde que se inauguró porque tenía a varios familiares viviendo ahí y los visitaba.
Indicó que llegó a vivir a la zona en 1987 porque adquirió una casa en el fraccionamiento conocido como La Margarita II, empero recuerda bien cómo estaba en 1979.
“No había tanto comercio. (Había) poca gente, apenas iban llegando aquí. Cuando venía de visita, todo de aquel lado (señala por donde está su vivienda) era puro llano, terreno baldío”, concluyó.
AFM