Entre un 10 y 15 por ciento cayeron las ventas de pescados y mariscos este diciembre en comparación con el mismo mes pero de 2020, aunque de manera paulatina se ha mantenido la reactivación económica de este sector productivo, señaló personal del establecimiento "La Almeja" en Puebla capital.
En entrevista para MILENIO Puebla, el administrador general de este negocio, el señor Marcos Garita Alonso, compartió que la pandemia ha resultado bastante dura para la venta de pescados y mariscos, pero que a pesar de la crisis se han mantenido los trabajos y prestaciones de 90 empleados de seis sucursales.
Y es que aun cuando los ingresos no han sido las mismos que en otros cierres anuales antes de la contingencia, si ha habido un ligero incremento de ventas este diciembre respecto a lo registrado en otros meses a lo largo del año 2021, por lo que el microempresario confió que esta semana acudirán clientes al negocio.
Garita Alonso invitó a la gente a verificar la calidad y frescura de los pescados y mariscos, por ejemplo, indicó que la piel de camarón debe estar bien pegada al cuerpo, pues de lo contrario este marisco ya comienza un proceso de descomposición que puede generar problemas de salud para las personas.
"Del camarón gigante, está a $280 pesos el kilo, es gigante, no es una ganga, pero creo que es un precio accesible y en primera es que esté bien conservado, enseguida la escama, la cáscara, que esté bien prendida al cuerpo, que no con facilidad se despegue, eso es una técnica que deben de saber", explicó.
Respecto a los pescados, el señor Marcos Garita especificó que los ojos y agallas, son los principales aspectos a revisar para cerciorarse de la frescura del producto: "que esté bien refrigerado, este pescado es Sierra, su ojito está clarito, no sumido y su agalla o branquia se ve roja, entonces es de lo que se debe de observar".
Indicó que, por cuestiones de las áreas de Salubridad en Puebla, las marisquerías y pescaderías tienen y revisan la aplicación de protocolos en medio de la pandemia, pero también de manejo y preservación de pescados y mariscos, por lo que al año reciben al menos dos cursos sobre estos y otros temas de calidad.
En promedio, en las marisquerías y pescaderías poblanas, el kilo de robalito ronda los 150 pesos, el de róbalo de mar en 400 pesos; el de salmón $385 y el filete de mojarra se encuentran precio promedio 140 pesos y el de huachinango en 180 pesos, por lo que los poblanos compran variado según comentó el personal de La Almeja.
"Al año nada más tenemos dos temporadas altas, Cuaresma culminando con la Semana Santa, y fin de año, por reuniones es favorable porque estos eventos ayudan a nivelar nuestros gastos. Bueno, hace un año estuvo mucho muy regular pese a la pandemia que se vivía en ese tiempo", concluyó.
AFM