Martha quedó discapacitada tras agresión en un asalto; vivió abandonada casi dos años

El 14 de julio del año 2019 resultó lesionada tras ser agredida en un asalto en el municipio de Huixquilucan.

“Ya estaba enlarvada, me hacía del baño".
Daniela Lecuona
Estado de México /

Martha Alicia López tiene 59 años, ella perdió la vista y la movilidad en sus extremidades tras ser golpeada por dos presuntos asaltantes cuando iba saliendo de trabajar; hecho que la dejó en malas condiciones por un año y nueve meses.

Fue el 14 de julio del año 2019 cuando resultó lesionada tras ser agredida en el municipio de Huixquilucan, en la colonia Federal Burocrática; “Acababa de cobrar, me daban 7 mil pesos, no les iba a dar mi dinero, pero se enojaron y me dieron un cachazo en la cabeza con un arma de fuego”, cuenta la señora Martha..

“Ya estaba enlarvada, me hacía del baño, no controlaba mis esfínteres, yo llegue aquí en una silla de ruedas y estuve cerca de siete meses en una silla de ruedas sin movimiento”, expresó.

Marthita no tiene contacto con ninguno de sus cuatro hijos, ademas quedó huérfana desde pequeña y sus hermanos también murieron“Me quitaron a mis hijos desde muy chiquitos, de ocho años, de cuatro, de dos y de 40 días, nadie me ha venido a buscar”.

Marthita fue rescatada por el personal DIF Huixquilucan, ya que recibieron un video de unas vecinas -amigas de Martha- mostrando las condiciones que se veía, ya que tenía gusanos en todo el cuerpo y no podía moverse.

Después de esto elementos de Protección Civil junto con paramédicos rescataron a Martha y la trasladaron al Centro Gerontológico “Sagrado Corazón”, perteneciente al complejo médico Rosa Mística, ubicado en Huixquilucan.

“Me transformaron la vida, aquí en este recinto Sagrado Corazón de Jesús me dieron una calidad de vida mejor, me siento muy bien aquí, no me maltratan, me dan de desayunar”.

A pesar de que Martha no puede ver, ella realiza dibujos y bisutería para regalar a sus nuevos amigos del Centro Gerontológico. Con terapias diarias de al menos dos horas diarias, Marthita ya puede caminar con apoyo de un bastón y es candidata a operarse los ojos para que recupere la vista.

“Si Dios me da vida, quiero salir de aquí, tengo mucho para dar y ayudar a los demás que se encuentran en mi situación”. Martha festejará el día del abuelo con su nueva familia, que al igual que ella, muchos fueron rescatados de situación de abandono y violencia familiar.

KVS

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