Me siento feliz, empoderada... y deseo poner mi pastelería

Es ama de casa y gracias al programa social Salario Rosa espera lograr tener su propio negocio de repostería.

Actualmente trabaja a través de pedidos. (Claudia Aguilar)
Mario C. Rodríguez
Metepec /

Clara Contreras Velázquez es una mujer que se dedica a la repostería para apoyar a los gastos de su casa. 

Oriunda de Metepec y madre de dos hijos, relata que desde que recibe apoyos, a través del Salario Rosa, puede comprar la materia prima para crear los pasteles que le han dado fama entre amigos y conocidos; negocio que, dice, la empodera e impulsa a perseguir el sueño de tener su propio establecimiento para sacar adelante a sus seres queridos. 



Se prepara con un mandil, alista su cabello, se lava las manos y coloca la masa sobre un disco giratorio de madera hecho a mano. Ésta es la primera herramienta, mientras dos de sus sobrinos observan. 



Ya horneado, un pan con base de mantequilla fue rápidamente partido por el centro, rellenado con crema y frutas para después ser cubierto con una capa blanca esponjosa que previamente elaboró en una batidora, la cual -refiere- fue adquirida gracias al dinero de este programa social.

“Me ayuda en todos los gastos de la casa, a comprar mis instrumentos de la repostería que hago, y pues me ayuda con mi familia”. 

Por medio de este recurso, Contreras Velázquez se ha hecho también de un horno y otros materiales que día a día la incentivan a seguir adelante con su objetivo de generar mayores ingresos. 

Ella es una de las más de 68 mil mujeres adscritas al proyecto más grande del gobernador Alfredo Del Mazo Maza, el cual formó parte de sus propuestas cuando buscó la gubernatura en 2017. 

Tan solo el 1 de julio pasado un estimado de 20 mil pobladoras se sumaron en la siguiente etapa del Salario Rosa. 

El caso de Clara Contreras es particular, ya que ella se enteró por una de sus vecinas sobre este apoyo, mismo que, enfatiza, celebra que continúe vigente. 



“Me dio gusto que alguien piense en nosotras y me anoté. Cuando se abrieron las convocatorias fui al centro de Toluca y me inscribí”. 

El programa ofrece a sus beneficiarias capacitación, un respaldo monetario para la implementación de un negocio y acompañamiento jurídico. De esta manera, la emprendedora cumple con el requisito de “dedicarse al trabajo del hogar y no percibir ingresos por un empleo formal”. 

Mientras rebana los duraznos que irán al interior del pedido a entregar más tarde, Clara señala cómo cambió su vida desde que se dedica a la repostería. 

“No tenía pedidos ni nada, no conocía gente y me dedicaba nada más a la casa, a mis hijos, y ahora ya no, ahora me hablan por teléfono y me dicen: ¿me puedes hacer un pastel para tal día?, y ya me apuro”. 

Así, este proyecto cambia también su forma de ver el mundo.

“Uno crece como mujer porque conoces a varias personas. A maestros, licenciados y también te halagan, te dicen: están bien ricos los pasteles, hazme uno; y vas conociendo a varia gente. Gracias al Salario Rosa pues tengo el dinero cada bimestre”, cuenta mientras le da forma al encargo hecho por un abogado. 


(Fotos: Claudia Aguilar) 

La forma de captar sus clientes es tan antigua como efectiva, es decir, a través de recomendaciones, mismas que de boca en boca comienzan a generar frutos porque sus amigos, vecinos y familiares probaron los productos que elabora para después recomendar su trabajo a más gente.

Actualmente tiene una amplia cartera de clientes, así el teléfono suena un par de ocasiones solicitando informes o cotizaciones. La señora Contreras Velázquez además de vender sus creaciones por encargo, también lleva dichos postres afuera de una escuela para ofrecerlos en fracciones a los pequeños estudiantes, o a quien desee adquirir una porción. 

Termina la operación del día, y previo a dar una rebanada a sus sobrinos, dice que su sueño es construir su propia pastelería, una meta que, asegura, será alcanzada.


LC

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