Medellín 176, el edificio que colapsó 50 minutos después del sismo del 19-S

A un año del sismo del 19-S

El inmueble, ubicado en la colonia Roma, alojaba una tienda de colchones y diversas oficinas; el día del sismo, muchas personas regresaron a sus labores sin pensar que el lugar se vendría abajo.

Así luce ahora la esquina de Medellín y San Luis Potosí. Gustavo Pacheco
El inmueble era de cuatro pisos, en la parte inferior se vendían colchones y la superior se ocupaba para oficinas.
Así luce ahora la esquina de Medellín y San Luis Potosí. Gustavo Pacheco
Gustavo Pacheco
Ciudad de México /

Hace un año, en la esquina de Medellín y San Luis Potosí, el sismo de magnitud 7.1 ya había pasado cuando algunas personas que trabajaban en el edificio regresaron a sus tareas... 50 minutos después, el inmueble colapsó. 

El edificio era de cuatro pisos: en la planta baja había una tienda de colchones y en los siguientes, oficinas de diferentes empresas; mientras que a los costados de la construcción se encontraban puestos ambulantes que vendían dulces, flores y comida. 

"Oí que empezó a tronar y de repente el edificio se desplomó", relata Ernesto Colín, vendedor de periódicos. 

En ese inmueble trabajaba Erick Gaona Garnica, quien era chofer en Laboratorios Azteca, los cuales tenían sus oficinas en el edificio que colapsó esa mañana del 19 de septiembre.

"Era cliente nuestro, pasaba diario. El chavo era muy buena onda, era un gordito chaparrito, muy sociable con la gente y a todo mundo le daba un saludo de un hola, buenas tardes. Era muy buen muchacho", recuerda Lourdes Varela, quien tiene un puesto de jugos enfrente de los laboratorios.

El mismo día del sismo el nombre de Erick Gaona Garnica destacó en las redes sociales, por un video que mostraba a su hermana con un megáfono: "¡Erick, Erick, soy tu hermana, aguanta!", suplicaba la mujer, mientras seguían las labores de búsqueda.

[En redes sociales compartieron un video del momento exacto en el que el edificio se derrumbó]

Los topos entraban y salían del derrumbe, al igual que un perro rescatista; sin embargo, la esperanza se derrumbó... Gaona fue encontrado sin vida tres días después del sismo. 

A un año de la tragedia, los vecinos de la zona lo recuerdan como una persona amable, simpática y platicadora.

"Murió mi amigo Erick, luego venía a charlar, a comprarme un cigarrito, un dulce", cuenta el señor Ernesto Colín, quien vende periódicos en esa esquina desde 1983.


El señor Colín Pérez sabe que la de Erick no fue la única muerte que dejó aquel edificio, el cual fue pintado y remodelado meses antes del sismo. 

"Recuerdo que la señora de los dulces murió, igual que la señora que vendía flores y una señora que vendía artesanías, no tenía necesidad de vender, sólo era para entretenerse, venía a vender aretitos, murió mamá e hija", recuerda el señor Colín.

Después del desastre llega la calma y el recuerdo 


La calle duró cerrada tres semanas, tiempo en el que muchos comerciantes dejaron sus ventas, algunos para ayudar tras los derrumbes, otros para tomarse un tiempo después del traumático evento. Sin embargo, los estragos del temblor aún son visibles. 

"Me vi afectado, mis ventas se cayeron, por eso lo tengo todo un poco vacío. Cuando regresé me la pasé escobazo tras escobazo con botes de agua, llenándolos y pues echárselos por allá. Hasta que dejaron blanquito otra vez el piso. Y desde ahí he barrido continuamente porque sale mucha tierra", platica Colín. 

En la esquina de Medellín y San Luis Potosí ahora se ve un hueco cubierto por tapias, tablas que cubren el vacío de un edificio que jamás se volverá a ver, pero que fue el lugar de trabajo de muchas personas. 

A un año de la tragedia no se volverá escuchar el intercambio de saludos de Erick Gaona con sus amigos cotidianos, con la señora del puesto de jugos ni con el vendedor de periódicos.

JOS


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