Hace un año se registró la mudanza hacia el nuevo mercado de Tampico y a finales de agosto 2020 comenzó la operación, pero a decir de los locatarios, es una obra, un atractivo turístico, que aún hace falta detonar su potencial ante la falta de un estacionamiento.
La obra, que ya es funcional desde hace un año, a decir de los mismos locatarios, a veces es más visitada por los turistas para tomarse fotos y disfrutar de su bella estructura, más que para comprar las frutas, verduras, cárnicos, alimentos preparados y demás productos tradicionales.
El espacio destinado al comercio como novedad representó un aumento, para algunos giros, del 200 a 300 por ciento en ventas en comparación con la zona temporal en donde estuvieron durante cinco años (en los antiguos terrenos de Ferrocarriles Mexicanos), la cual se denominó la zona temporal.
A un año, el entorno de los mercados tiene necesidades específicas y muy puntuales, aseguró Gloria Zubieta Sánchez, presidenta de Locatarios Unidos por los Mercados de Tampico, como por ejemplo un sitio en el que los clientes se puedan estacionar.
“Para que sea un repunte general se requiere que se abran todos los locales y otro aspecto muy importante, que hemos solicitado a la autoridad, es el estacionamiento y la segunda parte de la obra”, aseguró la propietaria de “Yoyita”, un local con 41 años en el mercado.
Los locatarios han coincidido en una estrategia que les permita atraer a más clientes, porque sí, es verdad que tienen más ingresos, pero también el aumento de los gastos es mucho más en nuevas y modernas instalaciones.
“Queremos que se haga un convenio con el estacionamiento subterráneo (el de la Plaza de la Libertad, en el Centro Histórico) que se le pueda dar precio a los clientes que vienen a comer aquí, para que quienes vengan tengan en dónde estacionarse”, aseguró Misael Garrido, “el Rey de la Chivacoa”.
El locatario con una historia familiar de 61 años, luego de que su padre Manuel Garrido Galionte iniciara con el negocio, enfatiza la urgencia de una reestructuración de las rutas del transporte público que puedan llegar hasta el mercado y hacer más fácil el traslado.
“Le hace falta el estacionamiento que baje el transporte público, para que no batallen cargando la mercancía que compran hasta por tres o cuatro cuadras”, aseguró el comerciante porteño.
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A la falta de estacionamiento, el pendiente de la segunda etapa de la obra y la llegada del transporte público, destaca la apertura del cien por ciento de los locales para que la obra esté en total capacidad.
Abel López Pacheco, propietario de “Mariscos Alma”, refiere que tras doce meses de estar en nuevas y funcionales instalaciones, es necesario que “la totalidad de los locales estén abiertos al público”.
El caso es que “el 20 por ciento de los locales del mercado, por lo menos, no está funcionando y eso contribuye a que no esté al cien por ciento de su potencial al público y eso afecta en términos generales”.
Pero aunque no se habla mucho al respecto, “hay algunos comerciantes que tienen varios locales, por eso se exige que puedan dejar a la gente que en verdad quiera trabajar, que no acaparen los locales”.
Los comerciantes coinciden en un aspecto que impacta en la imagen del centro comercial, el cual tiene que ver con la falta de obras que eviten que se inunden, como en cada tormenta o lluvia torrencial.
El regidor Néstor Luna Ortiz, integrante de la comisión de Mercados en Tampico, reconoció que aún existe un camino por recorrer con miras a optimizar al que se ha convertido en uno de los íconos de la ciudad.
“Para evitar inundaciones por la calle Héroes de Nacozari y Pedro J. Mendez se requieren 15 millones de pesos en una primera etapa y un total de 24 millones de pesos, es un proyecto que se cayó por la pandemia, hasta ahora”, puntualizó el edil.
La autoridad reconoce las complicaciones de poder llevar a cabo, en el corto y mediano plazo la segunda parte del nuevo mercado que es el estacionamiento; sin embargo, se suman a la gestión que el estacionamiento de la Plaza de la Libertad pueda servir para optimizar el servicio a la ciudadanía a través de un convenio.
En este periodo de crisis sanitaria, el municipio decidió cancelar algunos locales que estaban cerrados, aproximadamente 15, pero el objetivo del municipio es que los legítimos dueños los puedan echar a andar, sin que la crisis económica se convierta en un factor.
ICGC