En México, casi cuatro de cada 10 personas que ingresaron a una unidad de cuidados intensivos (UCI) con síntomas de covid-19 han estado entre la vida y la muerte diagnosticadas como negativo, porque así lo arrojó la prueba que se les aplicó.
Estos casos pueden revelar que hay un alto porcentaje de infectados que, al hacerles el test sin suficiente carga viral, resultarán negativo, ocuparán una cama hospitalaria, de terapia intensiva, un ventilador y tal vez morirán sin ser contabilizados como casos de SARS-CoV-2.
De acuerdo con la base de datos del gobierno federal, han estado en esta condición al menos mil 531 personas, de las cuales 626 requirieron de un ventilador mecánico y 294 murieron con la certeza de que no padecían el nuevo coronavirus.
Sin embargo, especialistas de la UNAM explicaron que un resultado así puede representar un falso negativo, pues si la prueba no se aplica en los primeros cinco días del contagio disminuye la carga viral, lo que ha provocado que entre 15 y 20 por ciento de las pruebas de Reacción en Cadena a de la Polimerasa (PCR) para detectar el virus den resultado equivocado.
Las mil 531 personas que han ingresado a las UCI con síntomas, pero con un diagnóstico contrario, equivalen a 37 por ciento de los 4 mil 166 pacientes que ingresaron a salas de terapia intensiva. El gobierno toma estos datos para contabilizar el número de enfermos graves que representan casos confirmados y de defunciones.
Además, tampoco son incluidos en la suma de casos activos, contagiados en las últimas dos semanas. En este escenario hay 276 pacientes que han ingresado a las UCI en los últimos 14 días, pero que recibieron un resultado negativo pese a que presentaban síntomas importantes para aplicarles la prueba.
Sobre las probabilidades de que existan pacientes con resultados negativos, el académico de la Facultad de Medicina de la UNAM Malaquías López explicó que las pruebas PCR no son infalibles.
Detalló que en casos donde la persona lleva varios días con síntomas el virus ya pasó a pulmones y tracto digestivo, y las muestras que se toman de nariz y garganta presentan una carga viral muy baja que induce a descartar positivos.
“La enfermedad, conforme pasa el tiempo, va cambiando; la ubicación inicial del virus se cree es la garganta, pero en el caso de covid-19 sabemos que hay una migración (…) se baja de la garganta al pulmón o al tracto digestivo, entonces ya no lo encontraríamos con el PCR, sino con otro tipo de muestras, como heces fecales o aspirados de bronquios”.
Con el fin de tener mayor certeza del número de personas que dan falsos negativos en PCR y que se encuentran en UCI, López destacó la importancia de realizar tomografías que demuestren la presencia de neumonía y que tiene un patrón característico de covid-19.
De esta manera se reducirán los diagnósticos sospechosos de coronavirus que son catalogados como “neumonías atípicas”, como fue el caso de Laura Murgía, residente del Hospital Carlos Mac Gregor del IMSS, quien ingresó a terapia intensiva con síntomas más severos, aunque su prueba resultó negativa en tres ocasiones.
La doctora explicó que comenzó con tos seca y fiebre el 8 de abril y en un lapso de nueve días se sometió a tres test. Dos en el hospital donde trabaja y otro en un laboratorio privado. Incluso se realizó estudios para identificar el foco que le ocasionaba fiebre.
“¿Qué salía en los laboratorios? Nada. Yo ya estaba angustiada porque no sabía de dónde venía la fiebre. Llegó el sábado 18 de abril y yo ya no podía respirar”, contó. Tras ser intubada y quedar inconsciente durante tres días, despertó con fuerte dolor de garganta que le impidió hablar por dos días.
Con varios días de recuperación y de obligarse a comer para recuperar energía, Laura fue dada de alta y, según la hoja de evolución médica, el diagnóstico es “neumonía atípica” y “caso sospechoso de covid-19”.
Esta problemática se presenta con gran fuerza en Ciudad de México. La base de datos pública revela que de las 47 mil 397 pruebas realizadas, 28 mil 393 fueron negativas o arrojaron resultados positivos para enfermedades como influenzas, parainfluenzas u otro tipo de coronavirus.
De este tipo de pacientes, 428 requirieron UCI, pero solo en cinco casos se sabe con certeza qué enfermedad padecían.
ledz