Para el notario público Carlos Pérez Hernández, en México no tenemos la cultura de la previsión, sin embargo, en broma sí hablamos mucho de la muerte, pero desde el punto de vista serio a la gente no le gusta abordar el tema, creyendo que nunca nos va a pasar y cuando se les recomienda que hagan su testamento inmediatamente se ponen a la defensiva.
No obstante que ya desde hace 20 años se ha venido trabajando con la campaña “Septiembre mes del Testamento”, mismo que se amplía hasta octubre, no se ha podido abarcar más de un 20 por ciento de la población que realiza este trámite legal.
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Manifiesta que la gente que acude a hacer su testamento regularmente son mayores de 60 años, de esta edad hacia abajo son muy escasos.
“La edad ideal es ahora, cuando te sientes bien, estás en tus cinco sentidos y no dependes de nadie, es el momento ideal para ir pensando lo que quieres que se haga para el día de mañana”, señala que este trámite se puede realizar a partir de los 16 años.
“Las personas creen que solo se refiere a cuestiones patrimoniales, sin embargo hay que pensar en los hijos menores de edad, ya que se puede dejar establecido quién será el tutor testamentario de ellos, para evitar problemas por su disputa”, agrega.
Referente a cómo realizarlo, Carlos Pérez expresa que es muy sencillo y barato, ya que en campaña llega a costar 3 mil pesos y dada la importancia y trascendencia que representa no resulta costoso.
Se requiere credencial de elector, Curp y comprobante de domicilio, no son necesarios los testigos ya que únicamente participan el notario, el testador y una secretaria que hace las anotaciones.
Por último, se entrega un testimonio al testador para que se lo haga llegar al albacea que es la persona encargada de llevar a cabo sus últimas disposiciones.
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Detalla que como notario tiene la obligación de enviar a registrar el documento al Registro Nacional de Testamentos, así que cualquier trámite que se haga en tribunales el juez tiene obligación de enviar un oficio para que se informe si hay un testamento de la persona en todo el país.
El notario Pérez Hernández explica que cuando no hay un testamento un juez establece de acuerdo con un catálogo existente en el Código Civil, cuánto le corresponde a cada uno de los familiares.
Sugiere que realizar el testamento es un acto de amor en el que se establece a quién dejas tus bienes, que pueden ser no solo a nuestros seres queridos como hijos o nuestros nietos, también hay otras personas que pueden ser los herederos como lo son amigos o personas que te sirvieron en casa; en el testamento es primordial la voluntad del testador